La Ertzaintza recibe 105 denuncias de vecinos de Durango por el atentado de ETA

El Departamento de Interior y el Ayuntamiento de Durango precisaron ayer el número de vecinos afectados por la explosión del coche bomba que ETA detonó en la madrugada del viernes frente a la casa cuartel de la Guardia Civil en esa localidad que han interpuesto denuncia en comisaría o han iniciado los trámites para reclamar por los daños sufridos. Interior detalló que el número de denuncias policiales presentadas por los afectados asciende a 105. La oficina de atención ciudadana puesta en marcha por el consistorio cifró en 40 el total de reclamaciones presentadas hasta ayer. Más de 300 vecinos sufrieron daños en sus viviendas, empresas o vehículos.

A apenas 20 metros de la esquina de las calles Montorreta y Urkiaga Torre, un comando etarra hizo explotar esa madrugada la furgoneta, cargada con cerca de 100 kilos de explosivo. Ese mismo día, el Ayuntamiento de la localidad, gobernado por el PNV, cifró en más de 300 los vecinos afectados por el estallido en sus viviendas, negocios o vehículos, además de los residentes en la casa cuartel.

Muchos de los damnificados siguen conmocionados por la impresión que les causó el suceso. Más de la mitad ni siquiera ha presentado aún la denuncia policial necesaria para poder reclamar los daños a sus seguros. El consistorio hizo público ayer un bando en el que precisa a los vecinos que han sufrido daños por el atentado todos los pasos que deben seguir para presentar su reclamación. También ha abierto en la misma casa consistorial una oficina de atención en la que realizar los trámites necesarios. Cuando ayer cerró sus puertas a las tres de la tarde, sólo 40 damnificados se habían acercado hasta allí.

A la mayoría de vecinos les está costando despertar de la pesadilla. Muchos tienen problemas para conciliar el sueño. Otros se desvelan atemorizados en plena noche. Algunos incluso han pedido ser asistidos por psicólogos. El estado de ánimo varía bastante en función de la cercanía o lejanía del punto de la explosión. Una de las vecinas más afectadas -el balcón de su casa mira de forma directa al lugar del atentado- mantiene el susto pintado en la cara tres días después: "No hay derecho a esto. No se dan cuenta que aquí viven personas".

El aspecto de la casa cuartel ha cambiado poco. Su fachada principal sigue marcada por los impactos de metralla y la potencia de la onda expansiva. Junto a los coches arrasados por la explosión, en plena carretera, vigilaba ayer un guardia civil con acento extremeño y bastante extrovertido. "Los compañeros están muy afectados. Yo no vivo en este cuartel, pero conozco a muchos que sí y lo están pasando fatal, no por ellos, sino por sus familias", decía.

En la mañana de ayer la estampa en el lugar resultaba bien distinta a la del viernes. Hacía mucho calor y el trasiego de vecinos era muy intenso. La mayoría dedicaba el tiempo a terminar de precisar los daños sufridos. José Luis Asensio es uno de los inquilinos del portal número 3 de Urkiaga Torre, uno de los bloques menos afectados, y conoce bien los trámites que debe seguir para reclamar: "Primero hay que presentar una denuncia en el cuartel de la Ertzaintza o de la policía local. Después, tengo que acudir con esa denuncia y mi poliza a la compañía de seguros y esperar al peritaje de daños".

Trámites

Tras las críticas recibidas por mantener cerrada durante el fin de semana la oficina de atención ciudadana, el Ayuntamiento hizo público ayer un bando en el que detalla los pasos que deben seguir los vecinos que han sufrido pérdidas por el atentado. Los afectados con un seguro de daños tendrán que cumplir cuatro requisitos: rellenar un impreso facilitado por el consistorio que se puede descargar de su web (www.durango-udala.net); presentar una copia del Documento Nacional de Identidad y otra del recibo de la prima de la aseguradora, y, por último, efectuar la denuncia en la Ertzaintza.

Los afectados que no tienen contratada una poliza de seguro de daños tienen que presentar la misma documentación, salvo el recibo de la prima. En su caso, las ayudas que puedan percibir tendrán que ser aprobadas por el Gobierno vasco.