Los militares turcos advierten contra la amenaza islamista

El jefe del Estado Mayor turco, el general Yasar Buyukanit, alertó ayer de que el sistema secular, creado por Mustafá Kemal, Atatürk, en 1923, está en peligro. La declaración se produce en víspera de la votación parlamentaria en la que el ministro de Exteriores, Abdulá Gül, un piadoso musulmán, deberá ser elegido presidente del país. De no mediar una sorpresa, hoy será el undécimo desde la fundación de la Turquía moderna y el primero sin unas credenciales laicas.

Los militares están decididos a detener los "sinuosos planes destinados a socavar los logros de la República y destruir su estructura secular y democrática", asegura el general Buyukanit en un comunicado dedicado a la conmemoración del Día de la Victoria, que se celebra el 30 de agosto, y que fue publicado ayer en la web del Ejército.

No es la primera advertencia que lanzan este año al poder civil. El 27 de abril, el Ejército emitió un duro comunicado en el que se declaraba "preocupado" y recordaba al primer ministro, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, su papel legal. "No debería olvidarse de que las Fuerzas Armadas son una parte en este debate [sobre la elección de presidente], y que son los garantes del secularismo".

Las Fuerzas Armadas turcas han derrocado desde 1960 a cuatro Gobiernos civiles.

Erdogan se vio forzado a convocar elecciones anticipadas después de que el Tribunal Constitucional bloqueara en abril la elección de Gül, basándose en un tecnicismo.

El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) de Erdogan y Gül ganó holgadamente los comicios del 22 de julio con un 47% de los votos, el mayor logrado jamás por un partido turco en los últimos 40 años.

Asentado en esa mayoría, Erdogan mantuvo su pulso y volvió a presentar a su ministro de Exteriores. Gül no logró la mayoría de dos tercios necesarios en las dos primeras rondas de votación, celebradas la semana pasada. Pero en la tercera, prevista para hoy, le bastará la mayoría absoluta, 276 votos, que logrará sin problemas. Su partido, el AKP, dispone de 341 de los 550 escaños en la Cámara.

De confirmarse las previsiones, Gül se convertirá esta tarde en el undécimo presidente desde 1923, cuando se fundó la República de Turquía, y será el primero con un pasado islamista y no laico, tal y como era la tradición hasta ahora en este país candidato a entrar en el futuro en la Unión Europea.

Se espera que después de su elección, Gül preste el juramento presidencial para dar inicio a su mandato de siete años. Ahmet Necdet Sezer, actual presidente en funciones, elegido hace siete años por todos los partidos en el Parlamento como candidato de consenso, traspasará los poderes de jefe de Estado a Gül sin ceremonia oficial alguna, según está previsto. Con la elección de Gül, el AKP pasará a controlar la cúpula del Estado turco, al disponer de la jefatura del Estado y del Gobierno liderado por Erdogan.

La prensa turca informó ayer de que el futuro presidente nombrará dos conocidos altos funcionarios laicos del Ministerio de Exteriores para los cargos de secretario general de la Presidencia y para la oficina de protocolo del Palacio Presidencial. Con estos nombramientos, Gül esperar neutralizar el rechazo de los círculos más seculares y del Ejército, que le acusan de no ser laico y de que su mujer lleve en público el pañuelo musulmán.

Ese hiyab sobre la cabeza de Hayrunisa Gül, esposa del futuro presidente desde los 15 años, es uno de los grandes problemas, ya que el Ejército lo considera un símbolo del islam político y, por tanto, prohibido. Estudiantes con velo no pueden acudir a las universidades en Turquía y mujeres con pañuelo no pueden entrar en instalaciones militares y hasta ahora tampoco en el Palacio Presidencial de Cankaya, en Ankara.