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Reportaje:

Delphi, segunda parte

Los empleados de la fábrica de Puerto Real se despiden con escepticismo sobre la posibilidad de un nuevo empleo

"Esto es una derrota", sentencia Manuel Chanivet, uno de los 1.549 operarios de Delphi en Puerto Real (Cádiz) que ayer vio cerrar las puertas de su empresa definitivamente. Su mujer, Antonia Roca, le da la razón. "Aquí sólo tenemos una victoria y es ésta". "Ésta" es Victoria Nieto, esposa de otro de los operarios. Tampoco está contenta. "Hemos luchado por un puesto de trabajo y eso lo perdemos". Su marido llevaba 18 años trabajando en esa fábrica. Tiene dos hijos, una hipoteca, muchos planes de futuro y una triple promesa de la Junta de Andalucía y los sindicatos: indemnizaciones, formación pagada y recolocación asegurada antes de dos años. "Que se cumpla", añade, "ésa es la esperanza que nos queda".

"Después de 25 años, lo que duele es el puesto de trabajo. Ahí dejo toda mi vida"
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Durante cinco meses los trabajadores gritaron Delphi no se cierra pero su reclamación sucumbió ayer ante la realidad. Asambleas, manifestaciones, algún corte de tráfico, una huelga general, una marcha a pie hasta Sevilla fueron las armas de su lucha desde que la dirección anunció el desmantelamiento de la fábrica el pasado 22 de febrero. Ayer, al ver cerrarse las rejas de la fábrica, predominaba entre muchos operarios y sus familias la sensación de haber perdido.

"Estoy nervioso y siento añoranza. Del trabajo, de los compañeros y de las vivencias", explica Jesús Tocino, de 50 años, uno de los operarios que inició su andadura en la empresa desde el principio, hace 25 años. Ahora se siente perdido. "Echaré de menos el levantarme en mi casa e irme al trabajo, llevar los niños al colegio y tirar para la factoría orgulloso. Ahora no sé dónde ir", relata.

Los trabajadores de Delphi se beneficiarán de indemnizaciones por un montante total de 120 millones de euros. Cada uno de ellos recibirá una media de 77.500 euros. La Junta y los sindicatos han pactado una salida para 1.816 trabajadores: los 1.549 de plantilla, 167 de la industria auxiliar y un centenar de eventuales. Ese plan contempla que todos ellos podrán recibir prestaciones por desempleo y becas de formación, siempre que esa suma no supere los ingresos que percibían en activo. Hay un compromiso de recolocación en nuevas empresas que lleguen a la bahía gaditana antes del 31 de julio de 2009. "Se dice que nos vamos de aquí millonarios y con puestos de trabajo fijos. Pero no es así. Cada uno recibirá distintas indemnizaciones en función de sus contratos. Y la verdad es que, después de 25 años, lo que duele es el puesto de trabajo. Ahí dejo toda mi vida", protestó ayer Manuel Chanivet a la salida de la fábrica. Con 48 años no se cree del todo los compromisos adquiridos por el Gobierno andaluz y los representantes sindicales. "Las letras del piso las pagas y las firmas. Aquí no hay nada firmado y no me creo nada". Su esposa Antonia Roca, tampoco lo ve claro. "No les han dejado luchar, nos ha llegado un acuerdo impuesto".

Por la mañana se celebró la última asamblea de Delphi. Ana González, de 37 años, la única mujer en la planta de rodamientos, cree en el mensaje del comité. "Nos piden tranquilidad y confianza. Esperaremos". Es electrónica y piensa ponerse a estudiar hasta que pueda ser recolocada. "Aquí dejo mucho. Dejo a mis niños...", y, entre lágrimas, se abraza a sus compañeros. Uno de ellos, José Antonio Niño, comparte su esperanza. "Yo tengo dos pequeñas razones por las que luchar que son mis hijos. Nos han prometido dar una salida a todos y hay que creerlo. Si no, ahí seguirán la carretera y el puente para lo que haga falta", anuncia en referencia a las sedes habituales de sus protestas.

En los exteriores de la factoría permanecen acampados 60 trabajadores de las subcontratas de limpieza y comedor. Sus empresas tienen firmada relación con Delphi más allá de septiembre. Para ellos, de momento, no hay indemnizaciones. "Queremos las mismas soluciones", reclamó el portavoz, Manuel Villanueva, antes de enfrentarse verbalmente a los miembros del comité de Delphi que acudieron a visitarlos. "Decíais que Delphi éramos todos y nos habéis abandonado". Ahora tendrán que trabajar en una fábrica fantasma. Sin luz, sin agua y con las puertas cerradas.

El presidente de la Junta, Manuel Chaves, defendió ayer la bondad del acuerdo con los sindicatos y reiteró el compromiso con los empleados. "Somos el mejor aliado de los trabajadores". La Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía se encargará ahora de la fábrica.

En los jardines y rejas de la factoría quedaban ayer esparcidas las pancartas de cinco meses de protestas. Cinco meses de lemas: Solidaridad. Carga de trabajo. En lucha por nuestro empleo. Delphi no se cierra.

Un trabajador de Delphi vacía su taquilla en la factoría de Puerto Real, que ayer echó el cierre definitivo. A
Un trabajador de Delphi vacía su taquilla en la factoría de Puerto Real, que ayer echó el cierre definitivo. AEFE

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