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Reportaje:

EE UU y Europa vetan a Hamás

El Cuarteto da en Lisboa su respaldo a Abbas y a la conferencia internacional de Bush

Los miembros del Cuarteto para la Paz en Oriente Próximo -EE UU, Rusia, la UE y la ONU- otorgaron ayer en Lisboa toda su confianza a su nuevo enviado especial, el ex primer ministro británico Tony Blair. La prioridad absoluta de Blair será crear un Estado palestino pacífico y viable que negocie su futuro con el Estado de Israel cuando éste se sienta seguro y reconocido entre sus vecinos árabes. Hamás, el partido islamista que ganó las elecciones legislativas en enero de 2006, "no tiene legitimidad" para intervenir en ese proceso, según la comunidad internacional. El Cuarteto apoyó la solución de los dos Estados, decidió restaurar la ayuda financiera a Palestina y saludó la conferencia de paz convocada por el presidente de EE UU, George W. Bush.

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La secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, dejó claro en Lisboa que Hamás queda de momento excluido de la conferencia anunciada por Bush con tres argumentos: "No se puede negociar con quien no reconoce el derecho a la existencia de Israel. No se puede hablar de paz con quien no quiere la paz. Hamás es un monstruo que se ha aislado a sí mismo". "[El presidente palestino] Mahmud Abbas fue elegido con cerca del 65% de los votos y es la autoridad palestina que debe negociar con Israel. Hamás no tiene respetabilidad internacional", agregó.

Luis Amado, ministro de Exteriores de Portugal, país que ostenta la presidencia de turno de la UE, no se quedó atrás. "No veo condiciones de momento para comenzar una relación distinta con Hamás", dijo. El documento final consensuado toma como interlocutor al Gobierno de Abbas.

La secretaria de Estado no detalló cuándo ni dónde se celebrará la conferencia internacional anunciada por Bush. Sobre la participación de los países árabes, Rice dijo que Bush dejó "abierta" la invitación y afirmó que acudirán "los que quieran colaborar en la solución de los dos Estados y reconozcan los acuerdos internacionales".

Antes de la reunión, Rice dijo que Tony Blair, como enviado del Cuarteto, tendrá una misión "complementaria"; es decir, apenas destinada a fortalecer las instituciones palestinas y promover su desarrollo económico. Pero Blair, que apeló a su experiencia en el Ulster arrancó en Lisboa un mandato algo más ambicioso, porque podrá promover la conferencia de otoño entre los países vecinos. El antiguo líder laborista viajará a Israel y a Cisjordania el lunes próximo, "dispuesto a escuchar y aprender", y pasará luego en la zona "largas temporadas". En septiembre, rendirá cuentas ante la nueva reunión del Cuarteto en Nueva York.

Blair se declaró "optimista y apasionado" por su tarea, aunque reconoció la dificultad del toro que tiene que lidiar: la ruptura entre los palestinos, la necesidad urgente de abrir canales económicos entre Palestina e Israel y la importancia de que el Cuarteto hable con una sola voz. Aunque mostró su apoyo a Blair, Rice dejó claro que el liderazgo político para buscar un acuerdo corresponde a EE UU. "Washington tiene la determinación de dirigir las negociaciones políticas, con el apoyo del Cuarteto", insistió.

El Cuarteto, creado en 2002, está representado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; la jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleezza Rice; el Alto Representante de Exteriores de la UE, Javier Solana, y el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

En su declaración, el Cuarteto asume que el mundo está ante "una dinámica nueva", y se compromete a potenciar el diálogo entre la legítima Autoridad Palestina y el Gobierno de Israel, a garantizar que la ayuda humanitaria siga llegando a Gaza (controlada por Hamás), y a promover la mejora de los accesos y las condiciones de vida en los territorios ocupados.

"EE UU está muy preocupado por la situación de Gaza", dijo Rice, que mostró su apoyo explícito al Gobierno de Abbas y lanzó una advertencia a Israel: "No puede seguir pensando que su futuro está en la ocupación de territorios".

En su camino hacia Lisboa, Blair paró en Madrid, y se reunió con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y con el ministro español de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Más allá del cumplimiento de una promesa hecha a Zapatero cuando fue nombrado enviado especial para Oriente Próximo, Blair aseguró que pretendía utilizar "los canales privilegiados de España con el mundo árabe" en su esfuerzo para lograr un acuerdo, según fuentes diplomáticas españolas.

El enviado especial para Oriente Próximo, Tony Blair, conversa con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, ayer en Moncloa.
El enviado especial para Oriente Próximo, Tony Blair, conversa con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, ayer en Moncloa.GORKA LEJARCEGI

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