Los límites de velocidad llegarán a Madrid en 2008

Un coche a 120 por hora contamina más que uno a 80. Cataluña se basa en esa fórmula para aplicar su última medida de protección medioambiental: reducir los límites de velocidad a 80 kilómetros por hora en sus principales carreteras a partir de otoño. En Madrid, la propuesta genera "dudas". El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha pedido esta semana al Ministerio de Medio Ambiente un informe que aclare desde el punto de vista "científico" si limitar la velocidad es efectivo para reducir la polución.

El tráfico produce tres cuartas partes de la polución de la capital

Así lo anunció Gallardón el pasado jueves en una comparecencia pública cuando le preguntaron si seguiría la senda abierta por Cataluña. Pero esta fórmula que ahora cuestiona no llega de nuevas al Ayuntamiento de la capital. Es una de las medidas incluidas en la Estrategia Local de Calidad del Aire de la Ciudad de Madrid 2006-2010. El documento, dotado con 501,8 millones de euros de presupuesto para su puesta en marcha, se aprobó por decreto en febrero de 2006 y fue presentado a la prensa por el alcalde en esas mismas fechas. Entre las actuaciones previstas para rebajar la polución, el informe municipal recoge la reducción de la velocidad de los vehículos. Y marca un plazo entre 2008 y 2010 para que la medida entre en vigor, según recoge el documento.

En Madrid, el transporte por carretera es responsable de más de las tres cuartas partes de la contaminación, como también señala la Estrategia Local. Y añade que reducir la velocidad "en vías urbanas y carreteras interurbanas es una alternativa para ahorrar combustible y reducir las emisiones de gases contaminantes procedentes de los vehículos de motor".

El objetivo del documento, de 267 páginas, es reducir un 13% las emisiones contaminantes y llegar así a 2010 cumpliendo la normativa europea, que fija un tope de dióxido de nitrógeno de 40 microgramos por metro cúbico de aire para ese año (ahora es de 50).

Sólo en el primer semestre de 2007, cuatro de las 27 estaciones municipales de medición superaron el máximo de 35 días anuales por encima del límite de 50 microgramos, según un informe presentado esta semana por Ecologistas en Acción con datos oficiales. A pesar de las fórmulas incluidas en el documento municipal de 2006, Gallardón manifestó el jueves que si "científicamente" se puede demostrar que existe alguna medida adecuada para reducir la contaminación, "tendríamos que considerarla todas las administraciones", informa Efe.

Una portavoz de la Concejalía de Medio Ambiente explicó ayer que la solicitud del alcalde se debe a que el Ayuntamiento quiere conocer "cuánto puedes reducir la velocidad para que sea efectivo" y pide al Ministerio un informe "más exhaustivo" sobre qué medidas y en qué zonas se deben aplicar.

Entre las medidas que recoge como ya puestas en marcha, la Estrategia Local señala que en 2004 el Ayuntamiento instaló radares "en determinados puntos de la M-30" para reducir la velocidad en esa vía, limitada por ley a 90 kilómetros por hora, "con la consiguiente reducción en los niveles contaminantes". Tres años después, la máxima permitida sigue siendo de 90 kilómetros.

Tampoco es la primera vez que el Ayuntamiento plantea limitar la velocidad. En enero de 2005, Gallardón anunció que estudiaría la posibilidad de reducirla en ejes como el paseo de la Castellana, donde las señales marcan un máximo de 50 kilómetros por hora. La Estrategia Local alude a una segunda ventaja, con un tráfico menos fluido y más lento, los peatones ganan espacio y seguridad.

La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Pilar Gallego, considera que la petición realizada por Gallardón al Ministerio de Medio Ambiente es "innecesaria" y supone "una nueva excusa para confrontar con el Gobierno de la nación, contradiciendo incluso los planes que el propio alcalde ha elaborado".

La edil señala en una nota que un año y medio después de promulgar el documento que debería mejorar la calidad del aire, "la atmósfera de nuestra ciudad es mucho peor que entonces". Critica que "las únicas medidas que va a poner en marcha inmediatamente son las que implican un incremento de la recaudación", como el aumento de radares fijos y móviles en la M-30, en las vías rápidas y en las calles estrechas.

La portavoz del grupo municipal socialista exige al alcalde que fomente del transporte público y de combustibles no contaminantes en toda la flota de autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), otro aspecto aún sin resolver que también quedó por escrito en la Estrategia Local aprobada en 2006.