Córdoba tiene registradas más de 1.100 empresas joyeras

Un paseo atento por el centro de Córdoba puede servir para conocer la importancia de la fabricación de joyas para la ciudad califal. Hay que girar la cabeza a izquierda o derecha y levantar un poco la vista. Y en la fachada de cualquier casa se puede encontrar un boquete considerable por el que entra un ramillete gordo de cables. La puerta de ese edificio es blindada, porque detrás está uno de los cientos de talleres de joyería de Córdoba. Ahí se fabrica, se compra oro, se realizan encargos a los autónomos que engarzan joyas en sus casas...

En total, hay unas 1.100 empresas de este sector registradas en Córdoba. La joya cordobesa tiene fama y alrededor de un 60% de las alhajas que se venden en España procede de la provincia.

Es la ciudad de la joya y muchas personas trabajan en este sector. Según algunas estimaciones da empleo a unos 15.000 hombres y mujeres. Pero es difícil conocer exactamente el número de empleados porque esta actividad también padece en Córdoba la lacra de la economía sumergida.

Al año, el más de millar de empresas de joyería cordobesas factura unos 540 millones de euros. Es un sector básico para la economía de la ciudad pero que, desde hace años, se queja por padecer una crisis que se refleja en las ventas.

Competencia

Lo que más preocupa ahora a los joyeros cordobeses es la competencia de países en desarrollo en los que la mano de obra es mucho más barata. La respuesta a este problema tiene para algunos dos vías: la innovación tecnológica y el diseño como distintivo.

Otro de los asuntos que no termina de despegar es el Parque Joyero. En junio de 2005 se inauguraron estas instalaciones, que fueron calificadas como la "mayor fábrica de joyería del mundo". Se invirtieron 90 millones de euros (el 40% lo aportaron las administraciones públicas) en este gran proyecto del que se llevaba hablando en la ciudad 15 años.

El objetivo era que 140 fabricantes trasladaran a este parque de 140.000 metros cuadrados de superficie sus instalaciones y abandonaran esos talleres clásicos diseminados por la ciudad. Pero las previsiones iniciales no se cumplieron y el grado de ocupación es más bajo de lo esperado.

Tal es la importancia del sector en la ciudad que un responsable político cercano a las investigaciones de la Operación Fénix indicó ayer que, durante las detenciones, se intentó levantar el menor revuelo posible en zonas como el mismo Parque Joyero, donde se arrestó a alguno de los implicados.