Cientos de miles de colombianos se movilizan contra los secuestros
La guerrilla de las FARC mantiene a más de 700 rehenes en la selva
A las doce del mediodía, Bogotá se paralizó. Fue entonces cuando los silbatos de la gente, las bocinas de los vehículos y las campanas de las iglesias crearon un ruido ensordecedor. Era la señal convenida para exigir a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) la liberación de todos los secuestrados. La misma protesta se escuchó por toda Colombia en una de las mayores movilizaciones contra la violencia.
La plaza de Bolívar de la capital colombiana era el epicentro de una protesta que movilizó ayer a cientos de miles de personas. Volaban papeles blancos desde los edificios y se batían banderas de Colombia y de la paz desde las azoteas y en las aceras. Los funcionarios y los obreros de las fábricas tenían permiso para unirse a la protesta y toda la ciudad era un hormigueo de rebeldía. "Es emocionante ver al pueblo colombiano con nosotros, preocupado al fin por los secuestrados", dijo conmovida Yolanda Pulecio, madre de Ingrid Betancourt, candidata a la presidencia capturada por las FARC hace cinco años.
"¡Basta ya de secuestros, de barbarie, de horror, de violencia!". Ésta era la consigna de una manifestación cuya convocatoria partió del gobernador de Valle de Cauca, Angelino Garzón, tras el asesinato el 18 de junio de 11 diputados regionales que llevaban cinco años en poder de las FARC, y fue acogida de inmediato por el resto de gobernadores y alcaldes del país.
Luis Eduardo Garzón, regidor de Bogotá, había pedido a los capitalinos que hicieran mucho ruido con ollas, cacerolas, silbatos o con lo que fuera. Un ruido tan grande, dijo, que llegue hasta la selva, hasta los campamentos donde las FARC mantienen a sus cautivos, más de 700, de los cuales 45 pertenecen a la categoría de los canjeables, con los que la guerrilla pretende lograr la libertad de sus combatientes presos. Dos de esos canjeables cumplen en diciembre 10 años en cautiverio.
Los medios de comunicación se unieron a la protesta. El Tiempo, único periódico nacional, publicó en primera página unas cadenas con un titular: "La solidaridad rompe cadenas". Y en las dos páginas centrales publicó, en letra muy pequeña, los nombres de los más de 3.000 personas que se encuentran en estos momentos secuestradas en Colombia, bien en manos de las FARC, del Ejército de Liberación Nacional, de los paramilitares o de la delincuencia común.
En Cali, los familiares de los 11 diputados asesinados exigieron la entrega de los cadáveres. "Que los devuelvan ya", fue el principal grito de la manifestación.
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