Trabajadores y Delphi agotan el plazo para negociar los despidos sin atisbo de acuerdo

La dirección de Delphi se vuelve a reunir este mediodía con el comité de la factoría de Puerto Real (Cádiz) y los administradores nombrados por el juzgado de lo mercantil de Cádiz. El encuentro se celebra el día que cumple el plazo que empresa y trabajadores tenían para llegar a un acuerdo sobre el expediente de regulación de empleo presentado por la multinacional de automoción. Las posturas continúan muy alejadas. La reunión se ha trasladado a Sevilla, a la sede de la Consejería de Empleo, por petición de la empresa.

La dirección de Delphi no quiere que se repitan los episodios de los últimos dos encuentros celebrados en Jerez. Entonces, gran parte de la plantilla de Delphi se concentró antes de la reunión como muestra de protesta ante la actitud de la empresa de componentes.

El presidente del comité de empresa, Antonio Pina, cree que los representantes de la empresa "no quieren aguantar la presión que supone tener a los trabajadores en la puerta".

La empresa ha esperado hasta el último momento para acceder a este encuentro. "Sabíamos que iban a forzar hasta el último minuto, es una estrategia de negociación", mantiene Pina. El comité incluso había previsto acudir al despacho del bufete de abogados que representa los intereses de la multinacional para exigirles que fijaran una fecha. Finalmente no ha sido necesario y, aunque con poco margen, la reunión tendrá lugar a las doce de hoy. "Esto no se termina si no se llega a un acuerdo", aseguró ayer el presidente del comité. Las partes tienen aún la posibilidad de que la juez acceda a una suspensión de la fecha límite y permita que se prolonguen las conversaciones hasta el 15 o el 20 de julio.

En cualquier caso, comité y empresa tienen todavía por delante un intenso trabajo negociador. En el último encuentro, celebrado hace trece días, el comité pidió a la empresa la cesión de todos sus activos y una indemnización de 500 millones de euros, una exigencia que la multinacional calificó de desorbitada.

En este contexto, las direcciones nacionales de los sindicatos han endurecido su discurso contra la compañía, por mantener su actitud desde el inicio de la crisis, y contra la administración andaluza, a la que acusan de guardar "silencio administrativo". El secretario de política industrial de Comisiones Obreras, Ramón Górriz, denunció ayer en una visita a Puerto Real que "cuatro meses y medio después del conflicto no hay todavía una perspectiva real de solución ni una salida beneficiosa para la industria de la bahía de Cádiz". Criticó también la actitud de la oficina económica de Moncloa, que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero puso a disposición de los responsables de resolver el conflicto. "Nos hemos dirigida a ella y aún no ha tenido a bien el responder a los sindicatos", lamentó.

Górriz reconoce que el adversario para los trabajadores "sólo es la empresa" pero criticó que la Junta de Andalucía haya utilizado el conflicto para realizar "anuncios electoralistas", como la llegada de empresas a la comarca, mientras "ha guardado silencio ante el desarrollo de la crisis". "Es hora de que se plasme una salida, y la tienen que plantear los representantes de la empresa. Pero la administración, con su silencio, no ayuda".

Según el sindicalista, la salida sólo pasa por una reindustrialización basada en un empleo de calidad y estable. Mientras tanto, a corto plazo, al igual que sus compañeros en Delphi Puerto Real, reclama la llegada de un expediente de regulación temporal de empleo de seis meses y un plan social "adecuado a las necesidades de los trabajadores". También reclamó que estas medidas no sigan alargándose en el tiempo.