Estados Unidos refuerza la vigilancia policial en los vuelos transatlánticos

La cadena de atentados frustrados en el Reino Unido ha puesto en estado de alerta a las autoridades de Estados Unidos y Francia, que han decidido reforzar los dispositivos de lucha antiterrorista. Ambos países, además, han ofrecido toda su colaboración al primer ministro británico, Gordon Brown.

Estados Unidos reforzará la presencia policial a bordo de los vuelos hacia el Reino Unido (los llamados air marshalls) y extremará la vigilancia en los aeropuertos, la red de ferrocarriles y el transporte colectivo, según anunció ayer Michael Chertoff, secretario de Seguridad Nacional. Se trata, explicó, de garantizar la mayor seguridad posible en este comienzo vacacional, si bien hasta ahora no hay ningún indicio de "amenaza creíble de terrorismo contra Estados Unidos".

Ayer mismo, las autoridades evacuaron brevemente la terminal de la compañía American Airlines en el aeropuerto de John F. Kennedy, de Nueva York, ante el hallazgo de un paquete sospechoso. "Resultó que la caja contenía perfumes", señaló Steve Coleman, portavoz de la Autoridad de Puertos de Nueva York y Nueva Jersey.

Los aeropuertos de Estados Unidos se encuentran en el nivel naranja, segundo de los tres niveles de precaución establecidos por el Departamento de Seguridad Nacional (el rojo es el más alto). El nivel naranja de los aeropuertos indica "alta vigilancia", mientras que, en el ámbito nacional, el Gobierno ha mantenido su alerta en amarillo, que es "amenaza elevada".

Tampoco en Francia ha cambiado el nivel de alerta (rojo, el tercero de una escala de cuatro), pero el Gobierno ha reforzado igualmente la vigilancia en objetivos sensibles. "Aunque no haya una amenaza concreta, Francia sigue siendo un objetivo potencial para el terrorismo", declaró ayer la ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie, tras una reunión con los máximos responsables de la seguridad. "Nos hemos reunido para hacer un balance de la situación de riesgos y para reforzar eventualmente los medios".

El comisario europeo de Seguridad, el italiano Franco Frattini, advirtió la semana pasada de que la amenaza de un atentado "concierne a toda Europa". "Hemos registrado un incremento de movimientos de personas listas para perpetrar ataques terroristas, que se han entrenado en zonas de difícil acceso entre Afganistán y Pakistán".