Muere un policía argentino que ordenó a su hijo de nueve años que le disparara
Un policía murió el martes en la ciudad argentina de Santa Fe de un disparo efectuado por su hijo de nueve años a quien le había pedido que lo matara, informaron ayer fuentes policiales en Argentina. El niño declaró a los responsables de la investigación del suceso que fue él el responsable de la muerte de su progenitor y que accedió a su petición de dispararle en el pecho con la pistola reglamentaria por miedo a que su padre se enfadara. La versión del menor fue comprobado tras practicársele el test de restos de pólvora en la mano con la que empuñó el arma.
Según el relato del niño, su padre, Miguel Echagüe, de 34 años, miembro de una fuerza de elite de la Policía de Santa Fe, le llamó el martes varias veces para que entrara a la habitación en la que se encontraba, donde le dio su arma y le ordenó que le disparara.
La esposa y otros familiares de Echagüe no se dieron cuenta de lo que sucedía hasta que escucharon el disparo, entraron a la habitación y le encontraron tendido en el suelo, señalaron los portavoces policiales que subrayaron que el niño será asistido por expertos de un comité contra el maltrato infantil.
Los portavoces policiales aseguraron además que Echagüe no tenía antecedentes de haber sufrido trastornos psicológicos y llevaba siete años como miembro del equipo de Operaciones Especiales de la Policía de Santa Fe, capital de la provincia homónima, situada a 500 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
