El Gobierno creará farmacias dentro de las residencias para racionalizar el gasto

El Departamento de Sanidad tiene la intención de crear oficinas de farmacia dentro de las residencias de ancianos, el colectivo que mayor gasto farmacéutico tiene debido a su múltiple medicación y que crecerá dado el aumento de la esperanza de vida entre la población vasca, una de las más envejecidas del mundo. Se trata de una medida dirigida a mejorar los tratamientos de los ancianos y, sobre todo, a racionalizar y reducir los costes. La contención del gasto farmacéutico, que en mayo pasado subió un 0,26%, es una preocupación constante de la consejería.

En los últimos años se ha logrado contener la dispensación de medicamentos, pero su crecimiento resulta imparable. La previsión es aprobar en los próximos meses el decreto para que entre en vigor este mismo año y se puedan crear oficinas de farmacia en las residencias de ancianos. Euskadi sería la primera comunidad española en dar este paso.

La consejería mantiene conversaciones con los colegios de farmacéuticos de las tres provincias para desarrollar la iniciativa de manera consensuada. El viceconsejero de Sanidad, Rafael Cerdán, explicó a EL PAÍS que la Ley de Ordenación Farmacéutica del País Vasco ya recoge la opción de crear este tipo de oficinas, pero que hasta ahora el departamento no ha sabido cómo materializar esta posibilidad. "La idea es acercar la prestación farmacéutica al interior de la residencia y conseguir más calidad y control en las prescripciones".

Ahora, los médicos que trabajan en las residencias realizan las recetas y los trabajadores del centro acuden con ellas a la farmacia más cercana, donde le facilitan los medicamentos. "Con la propuesta del departamento vamos a disponer de un farmacéutico dentro de la residencia, lo que facilitará los tratamientos y el seguimiento de los mismos. El control que hay ahora sobre los medicamentos en las residencias es muy mejorable", apunta Cerdán, quien también admite que se producirá un ahorro en los costes. Este ahorro procederá de la supresión del intermediario, que en la actualidad es la farmacia de la calle.

Infraestructura creada

"Los ancianos son una población polimedicada. Son los mayores consumidores de fármacos y es necesario un mayor control", recalca el viceconsejero. El departamento ya se ha puesto en contacto con los colegios de farmacéuticos para invitarles a participar de la iniciativa. En caso de que no acepten, será la consejería la que adopte "un sistema propio de oficinas de farmacia".

Por su parte, la vicepresidenta del Consejo Vasco de Farmacéuticos, Virginia Cortina, resalta que lo principal es ofrecer un "buen servicio a un buen precio". "Las farmacias ya tienen la infraestructura montada, la logística. Se trata de aplicar una mejora para todos, pero es complicado y aún hay cuestiones que negociar", apunta.

Cortina reconoce que el envejecimiento de la población es un factor muy a tener en cuenta dentro del gasto farmacéutico y, por lo tanto, mejorar el servicio que actualmente se presta a las residencias entra dentro de la lógica. "Estamos en conversaciones con Sanidad. Lo importante es que el proyecto que se lleve a cabo se haga bien. No hay que tener prisa".

El gasto farmacéutico previsto por la consejería para este año asciende al 26,4% de su presupuesto. El titular de Sanidad, Gabriel Inclán, ya expresó el año pasado, durante la presentación de los presupuestos de Sanidad en el Parlamento, su inquietud por la dimensión de la cifra, pero recordó que en los últimos ejercicios se ha logrado contener el crecimiento. Inclán anunció entonces "una mayor presión" sobre los médicos para que recetaran medicamentos genéricos. Ahora, sólo 12 de cada 100 fármacos que prescriben los médicos vascos son genéricos. La idea es llegar al 15%.

El gasto público en medicamentos en el País Vasco alcanzó en 2006 los 540 millones de euros, los que supone un incremento del 5,80% con relación a 2005. Se trata de la subida más pequeña desde 2001. Ante la constatación de que el gasto en medicinas va a seguir creciendo, la administración aspira a que, al menos, la factura en fármacos no se dispare hasta límites incontrolados. El mayor volumen de información suministrado por Sanidad a los médicos sobre nuevos fármacos y sus propiedades, la reducción de los márgenes de beneficio de las farmacias y la potenciación del consumo de medicamentos genéricos son algunos de los factores que han contribuido a la contención.

Otras dos medidas adoptadas en 2006 por el Ministerio de Sanidad han ayudado a frenar la escalada en el gasto: la rebaja del margen de distribución de las farmacias y la bajada en el precio de las medicinas. Los últimos datos sobre gasto farmacéutico, del pasado mes de mayo, reflejan un aumento del 0,26% con relación al mismo mes del año pasado: 44.747.395 millones de euros frente a 44.629.563. El número de recetas prescritas creció un 1,62%, hasta las 3.261.898. El gasto medio por receta asciende a 13,72 euros.