Egipto y Jordania apoyan al presidente palestino y a Israel para aislar a Hamás

La decisión de arremeter con todos los medios a su alcance contra Hamás es ya el objetivo declarado del presidente de Egipto, Hosni Mubarak; del rey Abdalá de Jordania; del primer ministro israelí, Ehud Olmert, y del presidente palestino, Mahmud Abbas. El lunes, en Sharm el Sheij, en el Sinaí egipcio, se reunirán los cuatro líderes políticos con una agenda clara: apoyar al mandatario palestino ante el desafío que plantea el control absoluto de la franja de Gaza por parte de Hamás.

Es muy probable que el dirigente hebreo anuncie alguna medida -traspaso de las tasas e impuestos que Israel retiene ilegalmente a la Autoridad Palestina desde marzo de 2006 o el levantamiento de alguno de los cientos de controles militares que impiden la libre circulación en Cisjordania-, pero el meollo del debate se centrará en el aislamiento total del movimiento fundamentalista palestino.

Abbas ha roto todo vínculo con Hamás. Anteanoche, en un discurso televisado, tildó de "asesinos terroristas" a los dirigentes islamistas, que en Cisjordania están sufriendo las iras de Al Fatah. La casa del presidente del Parlamento, Abdelaziz Dueik, y de otro importante dirigente, Hassan Yussef, han sido saqueadas esta semana, además de las oficinas de los diputados de Hamás en el Legislativo.

Jordania y Egipto, países que cuentan con potentes movimientos fundamentalistas, han dejado atrás la ambigüedad. Su apuesta decidida es Abbas. El pavor a que Hamás pudiera tener éxito en su gestión de Gobierno es patente. Y tras el desmantelamiento de los cuerpos policiales leales al presidente en Gaza no hay espacio para las componendas. El Cairo ya retiró a su representante en Gaza y se trasladó a Ramala (Cisjordania), sede del Gobierno de emergencia nombrado por Abbas.

Los líderes palestinos presionan para que Olmert se pliegue a alguna de las concesiones que Abbas exige desde hace un año. "Necesitamos que comience el fin de la ocupación y un Estado palestino. Si no damos esperanzas, Hamás exportará la desesperación al pueblo", declaró ayer el negociador palestino Saeb Erekat. Pero nada hace prever que Israel vaya mucho más allá de la entrega de los impuestos que recauda en nombre de la Autoridad Palestina, algo más de 500 millones de euros.