El delta del Llobregat concentra 25 obras entre las ferroviarias, las viarias y las del metro
Las inversiones suman más de 3.000 millones de euros, sin contar las del aeropuerto
En el delta del Llobregat se trabaja en firme. Hay hasta 25 proyectos de diversos tipos de obra pública. Siete corresponden a trazados de ferrocarril (sin contar con la línea de alta velocidad); otros seis proyectos son nuevos tramos de metro o tranvía; ocho más son carreteras o autopistas que, en su mayoría, enlazan vías ya existentes (incluyendo en este paquete un puente sobre el Llobregat). Finalmente, hay cuatro planes más que servirán para ordenar el conjunto. Todas estas obras suman más de 3.000 millones. No se incluye el coste del aeropuerto ni de la línea 9.
Una de las obras más sencillas es la conexión ferroviaria entre la empresa Seat (en Martorell) y el puerto de Barcelona. El coste es de apenas cuatro millones de euros. Su impacto, sin embargo, será muy notable porque reducirá la presencia actual de unos 54.000 camiones al año en las carreteras que ahora se utilizan. Además, explicó ayer el consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, está en proyecto el recorrido inverso (del puerto a la fábrica) con el tren lleno de componentes, lo que supondrá menos camiones aún, en una zona de alta congestión de tráfico.
En estos momentos, la A-2, a la altura de Martorell, tiene un tráfico medio diario de 86.149 coches y 16.294 camiones, a los que habría que añadir los 56.405 vehículos ligeros y los 13.503 pesados que utilizan la autopista y pagan el peaje. Y no es la vía de acceso más concurrida. La B-23, a su paso por Sant Feliu de Llobregat, soporta 126.726 coches y 18.516 camiones.
La situación se halla tan al límite que cualquier incidente acaba provocando colapsos. De ahí que uno de los planes de trabajo en marcha sea la revisión de los protocolos en caso de accidente.
Pero el conjunto de las obras en marcha (el horizonte es de cinco años, pero algunas estarán listas en este mismo 2007, recordó Nadal) busca redistribuir los flujos de la carretera y el ferrocarril, jugando también con las nuevas infraestructuras.
Entre los proyectos destaca la nueva estación de El Prat (no se contabiliza la que irá bajo la terminal sur del aeropuerto) y el intercambiador de la Torrassa en L'Hospitalet. Pero también la conexión ferroviaria entre el aeropuerto y Sants, y la nueva línea ferroviaria entre Cornellà y Castelldefels. Todos estos para pasajeros. Las mercancías cuentan con los nuevos accesos al puerto (por carretera y ferrocarril) y al aeropuerto, con la modificación de la actual C-32.
En metro destacan la línea 9, que llegará al aeropuerto compartiendo parte del recorrido con la línea 2, además de la prolongación de la línea 3 hasta Sant Feliu del Llobregat, donde también llegará el tranvía. Esta última obra se hará coincidir con el soterramiento de la línea ferroviaria de Cercanías en la localidad.
El principal problema de calendario es la falta de algunas declaraciones de impacto ambiental. Nadal anunció que ha pedido una entrevista con la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, para acortar los plazos de estas declaraciones.
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