Ibarretxe promete a Zapatero la "máxima implicación" en la lucha contra ETA

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, comprometió ayer con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la "máxima implicación" de las instituciones vascas "en la defensa de las libertades y de los derechos fundamentales de las personas" ante la amenaza de ETA. Ibarretxe aseguró a Zapatero en La Moncloa que ese "espacio de seguridad compartida quedará fuera del debate político", pero, tras el encuentro, recordó dos viejas discrepancias con el Gobierno central: la Ley de Partidos y la política penitenciaria. A la salida de la reunión con Zapatero calificó ambos asuntos de "fórmulas viejas".

Era el segundo encuentro de Ibarretxe con Zapatero en lo que va de año. El primero se celebró en enero, a los pocos días de que ETA explotara la bomba en el aeropuerto de Barajas, que costó la vida a dos ciudadanos ecuatorianos. El de ayer, de dos horas de duración, tuvo como objetivo analizar la situación del terrorismo y de la política vasca, una vez que ETA ha hecho pública su decisión de terminar formalmente con el proceso de final dialogado del terrorismo.

Ibarretxe trasladó a Zapatero la "sensación de frustración y cansancio" de la sociedad vasca por la decisión de ETA de romper el alto el fuego, que calificó de "perversa". No obstante, reconoció a Zapatero que su intento de lograr la paz "ha sido honesto", pues "sólo se puede equivocar quien lo intenta". "El intento ha merecido la pena y habrá que arriesgar una y mil veces", le señaló.

Ante el nuevo panorama, tras la ruptura del alto el fuego, el lehendakari dio prioridad a la lucha contra ETA, con el matiz de que en esa lucha "no vale todo". En ese contexto, recordó su conocida oposición a la Ley de Partidos -que calificó de "ley de exclusión"-, al Pacto Antiterrorista -al que calificó de "contrario al nacionalismo institucional vasco"- y a la política penitenciaria, de la que dijo "no estar acorde con los derechos humanos".

Cooperación sin obstáculos

Insistió en que las diferencias políticas "no pondrán obstáculos" a la cooperación en la lucha antiterrorista, y destacó como muestra la reciente reunión celebrada en Vitoria entre el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el consejero vasco, Javier Balza, para coordinar la lucha antiterrorista.

El presidente del Gobierno vasco fue crítico con ANV. Recordó cómo esta formación pidió el voto a favor de un proceso de paz y cómo, una vez rota la tregua, "muchísima gente se quedó frustrada y decepcionada". Ibarretxe insistió en que ANV "tiene que reaccionar ante una manifestación de violencia si no quieren perder el crédito".

Planteó a Zapatero la necesidad de mantener la "iniciativa política, ahora más que nunca", ya que "actuar de otra manera sería entregar a ETA el timón y la gestión de la agenda política, lo último que podríamos hacer". No obstante, no precisó en qué consistiría la "iniciativa política". Aunque recordó, a preguntas de los periodistas, que su iniciativa de propiciar una consulta estaba en su programa para esta legislatura y que el llamado plan Ibarretxe, "aprobado en el Parlamento vasco y rechazado en el Congreso", seguía ahí "sin una alternativa". Sobre Navarra dijo que "su futuro depende de los navarros y no de lo que se decida en Madrid, el presidente del Gobierno o el lehendakari o lo que digan los medios de comunicación".

Zapatero destacó de la reunión, a través de su secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, la colaboración "sincera" de Ibarretxe en la lucha contra la amenaza de ETA para que "la sociedad vasca no quede inerme". No dio especial valor a las diferencias políticas expresadas por Ibarretxe, pues "ya son conocidas".