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Juegos de rol y corona de espinas

Messiah game se verá en Venecia en una versión abreviada de 90 minutos, pues el original dura más de tres horas y hay mucho desnudo, alusiones sexuales y un cambio prismático en la asunción del papel de Jesucristo, que Ruckert explica: "La figura del Mesías no es encarnada por un solo actor sino que rota entre los bailarines o en una mujer; es como un juego de rol". También reconoce Ruckert que hay influencia de la pintura: "Está presente el barroco y cito expresamente a Caravaggio y Ribera".

Felix Ruckert estará ya pasado mañana en Venecia para impartir un taller hasta el 28 de junio en el Espacio Gaggiandre del Arsenal bajo el lema Ring, en sus palabras "una especie de juego interactivo que rompe las barreras entre público y actor, experimento donde se sentarán en círculo espectadores y bailarines y que ya ha sido abordado antes en colaboración con Liz Young y Catherine Jodoin.

A última hora de ayer, el director Robert Carsen, que firmó el polémico montaje de Cándido en la Scala de Milán, declaró en respuesta a la diatriba del cardenal Angelo Sciola que "la censura es una cosa siempre muy negativa, existe el libre albedrío y la gente que quiere ver un espectáculo va a verlo y la gente que tiene miedo de ser ofendida no es obligada a ello. Hasta Wagner, que por cierto murió en Venecia, quiso hacer una ópera sobre Jesucristo". El comunicado de la Bienal finaliza diciendo: "Cada juicio de tipo ético, moral o religioso se deja a la conciencia del público".

El espectáculo Messiah game se ha visto antes de Venecia en Alemania, Francia, Finlandia y Suecia.

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