Los inmigrantes copan la quinta parte del empleo nuevo
La contratación de extranjeros está creciendo a un ritmo de casi el 20% anual en Galicia
De los 55.600 nuevos empleos legales (con contrato) creados en Galicia en los últimos 16 meses, 9.800 han sido para extranjeros. Los datos divulgados ayer por la Seguridad Social indican que la contratación de inmigrantes está aumentando a un 18,7% anual, más del doble que la media española. El crecimiento de la economía gallega está atrayendo inmigrantes, repitiendo el modelo iniciado hace más de una década en las zonas más dinámicas de España.
Las empresas gallegas están contratando ya una media de 10.000 trabajadores extranjeros cada año, una quinta parte de todo el nuevo empleo generado en Galicia. La oleada de inmigrantes llega más tarde que al resto de España pero, en contra de lo que había sucedido hasta ahora, repite casi miméticamente el modelo de Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana. Los extranjeros ocupan la parte más baja del rango salarial, los puestos más penosos y son contratados por precio, no por prestaciones.
De los 37.000 inmigrantes que han conseguido un contrato de trabajo en Galicia, más de un tercio proceden de la vecina Portugal y la gran mayoría han ido a parar a la construcción, la hostelería y la industria intensiva en mano de obra (talleres). Los datos de trabajadores clandestinos son aún peores. Según los cálculos de sindicatos y ONG, de los 30.000 extranjeros que trabajan clandestinamente en Galicia, la mayoría son sometidos a explotación, tanto en el ámbito familiar (empleadas domésticas) como en el empresarial.
La cada vez mayor contratación de trabajadores extranjeros responde, según los sindicatos, a un equivocado modelo empresarial "de abaratar costes, aprovechando que necesitan mano de obra para aumentar la producción".
Según los datos divulgados ayer por la Seguridad Social, Galicia suma 1.053.300 trabajadores legales, con contrato y cotización social. De ellos sólo 37.246 (poco más de un 3%) son trabajadores extranjeros. La novedad es que la capacidad de empleo de la economía gallega casi se ha duplicado. Si hasta el año 2004 el crecimiento de la mano de obra inmigrante se mantenía en una media de 2.000 personas por año, en los últimos 3 ejercicios el ritmo de crecimiento medio es de 5.000 nuevos contratos anuales y la tasa de aumento ya se acerca al 20% interanual.
Un estudio elaborado este año por el catedrático José Luis Outes revela que el perfil del inmigrante que hasta ahora llegaba a Galicia era de una mayor formación profesional y académica que la del gallego medio. Sin embargo, organizaciones como Cáritas, Cruz Roja, CC OO, UGT o CIG reclaman que es el momento de elaborar políticas de integración que aprovechen esa cualificación y eviten tanto la explotación como el racismo.
Un tercio de los trabajadores legalmente registrados en Galicia procede del norte de Portugal, zona especialmente castigada por la crisis económica y en la que se han montado contratistas de empleo especializadas en suministrar mano de obra barata a la construcción, los astilleros o la industria metalúrgica.
El segundo país de procedencia es China, con una población inmigrante volcada en el autoempleo y la generación de empresas propias, esencialmente en comercio y restauración. Además de Latinoamérica, llama la atención la afloración de bolsas importantes de contratados marroquíes y checos, dos lugares de procedencia de nueva aparición en el mercado laboral gallego.
En las cifras oficiales apenas aparecen países africanos, si bien se han detectado importantes colectivos de empleo clandestino procedentes de Senegal, Cabo Verde, Angola y Mozambique.
¿Hacia el pleno empleo?
Desde principios de año, la Xunta ha transmitido el buen momento de la economía gallega con optimismo. Tanto el presidente, Emilio Pérez Touriño, como su conselleiro de Traballo, Ricardo Varela, han anunciado que la comunidad podría alcanzar el "pleno empleo" entre los años 2009 y 2010. Varela incluso ha indicado su intención de reconducir la inmigración hacia la recuperación de los descendientes de gallegos que viven en Latinoamérica, anunciando que intentará atraer a unos 30.000 hijos de emigrantes para ocupar las plazas que ofertan las empresas gallegas.
Los datos reales (la economía gallega crece un 0,1% más que la media española) indican que a este ritmo de aumento de la riqueza, Galicia aún tardaría al menos 20 años en alcanzar el nivel medio de renta per cápita española.
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