"Somos los grandes olvidados"
Los actores se reúnen hoy en asamblea para reclamar al Gobierno su reconocimiento como creadores en la ley del cine
Es una reivindicación moral, ni económica ni laboral. Los actores, descontentos con el texto del proyecto de ley del cine que se tramita en el Congreso de los Diputados, han levantado su voz para exigir al Gobierno socialista su reconocimiento como creadores. "Somos los grandes olvidados", asegura la actriz Pilar Bardem. Tras superar numerosos y difíciles escollos en la elaboración de la reclamada ley de cine y cuando ahora las discrepancias parecían venir sólo de los exhibidores, agrupados en la Federación de Cines de España (FECE), los actores se han vuelto a poner en el centro de la polémica. En una convocatoria que sorprendió a los distintos sectores cinematográficos y, sobre todo, al Gobierno, que no esperaban una reacción así, tres asociaciones de actores -Artistas Intérpretes Sociedad de Gestión (Aisge), Federa-ción de Artistas del Estado Español (FAEE) y Organización de Sindicatos de Actores y Actrices del Estado Español (OSAAEE)- convocaron a actores, dobladores y bailarines a una asamblea informativa bajo el lema: "Los actores denuncian que la ley de cine les ignora absolutamente". Confirmaban su asistencia Pilar Bardem, Jorge Bosso, Emilio Gutiérrez Caba, Charo López, Juan Diego Botto, Xavier Elorriaga, Carlos Iglesias y Lola Herrera.
Pilar Bardem aseguraba ayer que "hay ofertas de diálogo"
Algunos actores lamentan que la asamblea coincida con la huelga de salas
No todos los artistas firmantes han querido ofrecer su opinión sobre este tema que les enfrenta tan directamente con un Gobierno que conoce la capacidad de los actores para movilizarse, como ya demostraron con el "No a la guerra" del año 2003, en el que este colectivo fue capaz de liderar un movimiento civil en contra de la invasión de Irak apoyada por el Gobierno de Aznar.
Al menos dos de los firmantes de la convocatoria, los actores Carlos Iglesias y Charo López, declinaron hacer manifestaciones sobre un tema que dijeron no conocer en profundidad y alegaron que su presencia en la asamblea es justamente para informarse. Todo lo contrario que Pilar Bardem, presidenta de Aisge, asociación que cuenta con 6.500 afiliados, de los que el 65% lo conforman los actores. "Es una reivindicación moral y en ningún caso laboral. Nuestra queja se centra en que la nueva ley de cine se ha olvidado de los actores. No se nos ha consultado. No salimos nada beneficiados con esta ley porque, primero, ni se nos nombra y luego porque no podemos acceder a ninguna de las promociones ni ayudas que nos podrían beneficiar para mejorar en nuestra profesión, como ocurre con otros trabajadores, por ejemplo los guionistas", aseguró ayer Bardem.
A esta militante de izquierdas le duele que se les haya ninguneado. "No se tiene en cuenta nuestra labor creativa. Nos parece bien que, por ejemplo, el director o el montador estén contemplados, pero con lo que disentimos es que a nosotros no se nos haya tenido en cuenta. No existimos para la ley. Eso nos produce dolor porque, para bien o para mal, somos la parte más visible de una película y cuando hay que promocionarla es el actor el que se lo chupa todo".
El veterano actor Emilio Gutiérrez Caba está convencido de que la asamblea de hoy, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, no será "ardiente". "Es una mera reunión informativa en la que un equipo de expertos jurídicos explicará al colectivo la situación delicada por la que atraviesa el trabajo creativo del actor en la ley", aseguró Gutiérrez Caba, que lamenta que la convocatoria de hoy coincida con el cierre patronal de algunas salas de cine en protesta también por el citado texto. "No tenemos nada que ver. La cuestión que plantean los exhibidores es meramente económica, muy lejos de la nuestra que se refiere más a los conceptos que a los conflictos". Los exhibidores reclaman, entre otras cosas, la supresión de la cuota de pantalla -la obligación de programar una película europea por cada tres norteamericanas- y contraprestaciones fiscales.
Uno de los que ha estado más encima de toda la tramitación y las discusiones en torno al proyecto de ley de cine ha sido Abel Martín, director general de la Fundación Aisge desde su creación en 2002. Si el Gobierno ha mostrado su sorpresa por la postura adoptada ahora por los actores, no lo fue menos cuando éstos se encontraron con la aprobación del citado proyecto en el Consejo de Ministros del pasado día 1 sin que ninguna de sus reivindicaciones fuera atendida. El espinoso conflicto mantenido con las televisiones y los productores a lo largo de todo el desarrollo del borrador ha provocado, en opinión de Martín, que sus peticiones pasaran inadvertidas. Martín sí quiere dejar claro que en Moncloa, con cuyos representantes han mantenido al menos dos reuniones, "no han sido conscientes de nuestro problema". "Han solucionado el tema de las televisiones y de nosotros se han olvidado", asegura el director de Aisge, quien tiene la sensación de que la ley ha sido "redactada por los productores y avalada por Cultura". Algo que también se refleja en el comunicado elaborado por las asociaciones convocantes, en el que se dice que la ministra de Cultura es "rehén de una secuencia de errores perjudiciales para el colectivo de actores y bailarines, en tanto que se muestra absolutamente convencida por las pretensiones de determinados productores, los mismos que en su día pidieron al Gobierno del Partido Popular la cabeza de Marisa Paredes [como presidenta de la Academia de Cine]. Sin embargo, Martín asegura que no van contra nadie, conscientes de que "cuanto mejor les vaya a los productores mejor nos irá a nosotros".
Pedro Pérez, que como presidente de los productores (FAPAE), firmó un convenio de seguimiento con directores, actores y guionistas para vigilar de cerca la tramitación parlamentaria de la ley, se ha quedado perplejo ante una decisión inesperada adoptada por uno de los colectivos firmantes. "A lo largo de toda la negociación hemos mantenido contacto con los actores, y me comprometo a seguir manteniéndolo".
Aunque las espadas están en alto, tanto los actores como los representantes del Ministerio de Cultura no están cerrados al diálogo. Pilar Bardem aseguraba ayer que "hay ofertas de diálogo". "Es previsible que se celebre alguna reunión, ya que deseamos que los grupos políticos presentan enmiendas a la ley para que se recojan nuestras peticiones".
El calendario para el proyecto de ley de cine, por trámite de urgencia, ya ha sido elaborado por Cultura y los grupos parlamen-tarios. Comenzará su discusión en la primera semana de septiembre, con la comparecencia de los distintos sectores. Si no hay más escollos, habrá ley de cine en noviembre.
Babelia
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