La OTAN admite que es inevitable el despliegue del escudo antimisiles
La OTAN reconoció ayer lo inevitable del escudo antimisiles de Estados Unidos en Europa al encargar un estudio sobre las implicaciones militares y políticas de ese plan con respecto a otros de la Alianza. En realidad se trata de ver cómo se puede coordinar el proyecto estadounidense con el que ahora deberá preparar la organización para cubrir a los cuatro países del sureste de Europa (Grecia, Rumanía, Bulgaria y Turquía) que quedarán fuera del paraguas norteamericano.
La realización del estudio fue acordada por los ministros de Defensa en Bruselas con idea de discutir los resultados de manera informal en su próxima reunión de febrero de 2008 en Lituania y elevarlo a la sanción de los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre aliada de abril en Bucarest. "Todos los países han acogido favorablemente la oferta americana de cubrir el espacio europeo", comentó el ministro español, José Antonio Alonso.
Preguntado el secretario de Defensa estadounidense si el estudio no significaba de hecho que la OTAN aprobaba el plan de Washington, Robert Gates se escudó en que era su primer reunión oficial con sus colegas aliados: "No sé lo que aquí significa aprobación. Vamos a seguir estudiando la complementariedad de los proyectos y cómo pueden trabajar juntos". Insistió en que nadie planteó críticas al escudo.
En una posterior reunión con el nuevo ministro ruso de Defensa, Anatoli Serdiukov, se abordó la idea del presidente Vladimir Putin de ofrecer a la Alianza un radar ya operativo en Azerbaiyán. "Fui muy explícito: lo vemos como una capacidad adicional, pero vamos a seguir con el radar en la República Checa" declaró Gates.
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