¿Por qué no han ido a verla?

Aunque la anécdota ya es conocida, merece ser recordada. Refiriéndose a una película suya de hace 20 años, que había fracasado en taquilla, Fernando Fernán-Gómez replicaba con energía a su montador cuando éste aseguraba que la película no le había gustado al público: "Siempre que decimos que una película no ha gustado, queremos decir que no han ido a verla, y si no han ido a verla no podemos saber si les hubiera gustado o no". Luego, el propio Fernán-Gómez se preguntaba a sí mismo por qué el público no había ido a ver la película en cuestión, y se respondía encogiéndose de hombros.

Sin embargo, unas 800 personas, prácticamente la mitad de los encuestados por el llamado Instituto de Pensamiento Estratégico de la Universidad Complutense, sí parecen saber por qué no quieren ver películas españolas. Opinan que o son mediocres o su temática es "muy intelectual", es decir, para minorías, y que por encima de todo prefieren el cine norteamericano. Se trata de una encuesta curiosa. En ella se define al aficionado al cine de Hollywood como un tipo con estudios medios o superiores e ingresos altos, y al tipo que consume cine español como de menor grado tanto de formación como poder adquisitivo. ¿En qué quedamos? ¿El cine español es demasiado intelectual para los estudiantes y de fácil consumo para los obreros? Cosas veredes, Sancho.

Los catedráticos impulsores de la encuesta dicen que este estudio da por fin voz al público, ignorado por la nueva ley del cine, en su opinión. Incluso aseguran que aunque un 64% de los encuestados está a favor de las subvenciones, éstos querrían ser consultados sobre ellas. Qué extraña observación. ¿No saben los de la encuesta que la subvención más importante que reciben las películas españolas es automática, es decir, que depende de sus recaudaciones en taquilla y que, por tanto, es el público quien determina su cuantía?

Volviendo a Fernán-Gómez, éste contaba que hace años un taxista iraní le preguntó cómo era posible que un país como España, con una cultura tan rica, hiciera un cine tan pobre. Y el actor se dijo a sí mismo que, efectivamente, era raro, no tanto por tener una cultura rica sino porque habiendo insistido en hacer cine durante tanto tiempo no se hubiera conseguido en España una media de calidad en las películas, y un público fiel. Pero ahora habría que preguntarse de dónde viene esta manía que les ha dado a algunos contra el cine español. ¿Será el cine español el peor del mundo? ¿No lo enseñan también en la Universidad?