Viaje con nosotros
Ahora que se cierran los colegios y se abren las piscinas, las librerías -que casi nunca cierran- se llenan de literatura para viajar. Los libros pesan, es cierto, pero no se apuren: una compañía aérea, con sus retrasos, puede hacer por el fomento de la lectura tanto como el ministerio más voluntarioso.
- Exótico. Edmundo de Amicis viajó a Estambul en 1874, cuando todavía había eunucos. Cuatro años más tarde escribió Constantinopla (Páginas de Espuma), el relato de un burgués encandilado con una ciudad que aún era exótica y a la que, pensando en el futuro, él llama "Londres de Oriente". Para los que dudan de la entrada de Turquía en la Unión Europea.
- Desértico. Además de nombre de burdel, Las Vegas es, como decía Ballard, "la mayor bombilla del mundo", eternamente encendida en el desierto de Nevada. A ese parque temático del entretenimiento y la arquitectura kitsch dedican sendos ensayos Bruce Bégout -Zerópolis (Anagrama)- y Simón Marchán Fiz y Ramón Rodríguez Llera -Las Vegas. Resplandor pop y simulaciones posmodernas (Akal)-. Bégout anuncia que lo que ayer era un monstruo hoy es un modelo. Europa está comprando, en efecto, eso que anuncian los vendedores del top manta: auténtica imitación.
- Diplomático. Paul Morand, que dijo que se podía esperar más de un billete de tren que de uno de lotería, dijo también que la palabra auténtico la inventaron los falsificadores. Va por los que piensan que ellos son viajeros, y los demás, meros turistas. De Morand, diplomático y escritor, acaba de publicarse Oda a Marcel Proust (Renacimiento). Es poesía, pero no se asusten, también es muy cosmopolita: Ravena, Budapest y mucho Estados Unidos, desierto de Mojave incluido. Un buen pasaporte para la obra de un hombre que pidió que, a su muerte, hicieran con su piel una maleta.
- Cromático. "Algunas de las cosas singulares que dan a Río su carácter policromo y pintoresco ya están amenazadas. Sobre todo las favelas (...) ¿las veremos todavía de aquí a unos cuantos años?". Esto escribía Stefan Zweig en 1941 en Brasil (Cahoba). Ya sabemos la respuesta. El libro del escritor vienés, que tiene algo de útil Brasil-para-extranjeros, es el ejercicio de admiración de alguien que huía de los nazis y, un año más tarde, se suicidó en Petrópolis, cerca de Río de Janeiro, o sea, del paraíso.
- Lunático. El astrónomo británico Giles Sparrow ha escrito una Guía turística del sistema solar. Vacaciones de temporada y escapadas cortas en nuestro vecindario cósmico (Akal). Parece obra de un chalado pero es un divertido acercamiento a nuestra galaxia bajo la forma de guía trotamundos: qué ponerse, qué comer y esas cosas. La divulgación galáctica se trufa de comentarios de experto. Por ejemplo, Venus: "Temperatura: 470 grados. Puntos negativos: muchas formas interesantes de morir. Positivos: cercano a la Tierra. Poco frecuentado". El que no viaja es porque no quiere.
Babelia
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