Visor se reinventa como galería de arte, restaurante y hemeroteca

Visor ha crecido en coincidencia con su 25 aniversario. A su habitual menú de fotografía contemporánea, aderezado con audiovisuales, ha añadido un restaurante vegetariano, un café y una hemeroteca. Todo integrado en un nuevo local de dos plantas en pleno centro de Valencia rebautizado como Espaivisor. Un concepto muy extendido en las grandes capitales del mundo que hoy se inaugura con una exposición de Joan Fontcuberta.

La información de la programación y de las exposiciones sirve también como tapete o salvamanteles del restaurante-café, ubicado en la planta baja de la misma calle de Corretgeria, muy cerca de la anterior Visor. Se ha instalado una librería accesible al público con revistas especializadas en arte. Arriba, el espacio está destinado a las exposiciones y las futuras conferencias sobre arte que se prevé organizar.

Al frente de Espaivisor no está Pep Benlloch, fundador de la galería, una de las más veteranas de España en su especialidad, pero sigue vinculado al proyecto. "Después de 25 años es importante que haya un relevo generacional. Es difícil estar al tanto de todo lo nuevo, aunque yo estoy en contacto con la gente más joven gracias a la facultad", dice Benlloch, profesor de Bellas Artes. Mira Bernabeu, que ahora continúa su pujante trayectoría como artista en otras galerías, se ha hecho cargo de Espaivisor, junto con Miriam Lozano, también creadora. Ambos compaginarán sus dos facetas. Ya tienen experiencia en el mundo de la restauración y han tenido un tiempo de aprendizaje mientras esperaban la nueva sede, abriendo la galería en la cercana calle de Palomar. De allí tuvieron que salir corriendo al desplomarse la casa a causa de unas obras en un inmueble anexo, recién llegados de la última edición de Arco.

Las grandes ferias de arte contemporáneo son las que han consolidado la trayectoria de Visor. "La mayoría de obras las vendemos en las ferias y a coleccionistas particulares de fuera. En Valencia no hay coleccionistas de fotografía contemporánea y las instituciones apenas compran", apunta Benlloch.

Por eso las dimensiones reducidas del nuevo Espaivisor no son un obstáculo, en opinión de Bernabeu. "Ya no es necesario tener un superespacio para exponer cuanta más obra mejor. Hay otros medios de mostrarla y de venderla. Es más importante que se ubique en el centro de la ciudad", apunta.

"Es curioso e incongruente el fenómeno de las ferias, que se inscribe en el comportamiento cultural general y actual. Se vende mucha más obra que en las galerías quizá por ese componente de glamour, de espectáculo de las ferias", razona Benlloch.

También las galerías han cambiado. Espaivisor pretende salvar cierta reticencia a entrar en las galerías de arte, ofreciendo un lugar que mezcla ocio y cultura, comenta Miriam Lozano. Para ello ofrecerán menús de mediodía y nocturnos y la posibilidad de tomar un café ojeando una revista de arte. "La idea es retomar las tertulias de los cafés de antes", interviene Bernabeu.

La nueva etapa arranca con uno de los artistas de la galería, Joan Fontcuberta, que presenta su serie Googlegramas, en la que aúna imagen fotográfica, fotografía digital y nuevas tecnologías.