Un escáner salva huellas de dinosaurios
JOSÉ ÁNGEL MARTOS | Barcelona
En 1985, los mineros que trabajaban en la explotación de carbón a cielo abierto de Fumanya (en la comarca barcelonesa del Berguedà) se encontraron con que una de las paredes había dado ya todo de sí. Se quedó estéril de carbón pero fue en ese momento cuando empezó a ser fértil para los paleontólogos: el agotamiento de ese filón carbonífero había dejado al descubierto tras él una cantidad ingente de pisadas de dinosaurios.