Cacho Tirao, guitarrista argentino
Interpretó tanto tangos, milongas o zambas como a Chopin o Bach
Óscar Emilio Tirao había nacido en Berazategui, provincia de Buenos Aires, el 5 de abril de 1941. Aprendió a tocar la guitarra con su padre y a los seis años debutó en una radio. Con 12 ya se atrevió a dar un primer recital como solista y con 16 tocó el Concierto de Aranjuez con una sinfónica. Decía que su padre le había enseñado todo lo que sabía y que Andrés Segovia le marcó.
El guitarrista y compositor falleció el miércoles 30 de mayo en el hospital Argerich, de Buenos Aires, a los 66 años de edad. El domingo anterior había tenido que cancelar una actuación en la localidad de Las Heras porque se sentía muy cansado.
Hace siete años, una embolia lo apartó de los escenarios y los estudios de grabación. El 16 de diciembre de 2000, en la Casa de la Cultura de Adrogué, se desplomó. Y no abrió los ojos hasta dos meses después. Los médicos aseguraron que nunca volvería a tocar. Tenía afectada la parte izquierda del cuerpo. No podía mover los dedos y la mano le temblaba. "A veces quiero tocar una nota y no me sale", dijo al diario Clarín.
En marzo de 2002, el Festival de Tango de Buenos Aires le organizó un homenaje: Un abrazo a Cacho Tirao. Y en los tres últimos años, y aunque le quedaban secuelas, había empezado a presentarse de nuevo en conciertos. A finales de 2006 grabó el disco Renacer, con su hija Alejandra cantando, y composiciones propias como la dedicada a su esposa, Teresa.
Cacho Tirao ejerció de profesor en el Conservatorio Nacional de La Plata y trabajó como músico del Canal 7 de Buenos Aires y en la compañía de discos Columbia. Estuvo en el conjunto de tango tradicional Los Muchachos de Antes y, entre 1968 y 1971, fue uno de los músicos del quinteto de Astor Piazzolla, al que los puristas del tango combatieron sin piedad.
Confesaba que, para él, había un antes y un después de Piazzolla. "Me enseñó a no bajar los brazos", decía. Uno de sus números más aplaudidos era la adaptación para guitarra que hizo de Adiós, Nonino. Animado por el maestro Joaquín Rodrigo, compuso el Conciertango Buenos Aires, para guitarra y orquesta sinfónica, que estrenó en Bélgica. En febrero de 1986, su hija Alejandra, de 17 años, disparó accidentalmente a su hermano Gabriel, que tenía 14, mientras jugaban con un revólver que creyeron de juguete. Cacho Tirao se refugió en la religión, se aferró a Dios y entró en la Iglesia evangélica.
Con casi 40 discos publicados -su primer elepé lo grabó en el año 1970-, era un guitarrista dúctil, que igual tocaba tangos, milongas y zambas que a Chopin o Bach; lo mismo abordaba el tema de la película Zorba, el griego o Sous le ciel de Paris que Recuerdos de la Alhambra o Romance (Juegos prohibidos).-
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