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Crónica:DVD / QUÉ PEQUEÑO ES EL CINE | not_epigrafe
Crónica
Texto informativo con interpretación

Fíjate qué casualidad

Patricia Gosálvez

Babel es un ejemplo de la teoría de los grados de separación en la que se basa esta columna. En Babel la cosa funciona así (ojo, la destripamos): una inmigrante viaja de EE UU a México para asistir a la boda de su hijo y se pierde en el desierto con los niños que cuida mientras los padres gringos están en Marruecos, donde les dispara por accidente el hijo de un pastor con el fusil que le regaló un día un cazador de leones que vive en Japón con su hija sorda. Uf. Paternidad globalizada de Tijuana a Tokio para decir ¡qué pequeño es el mundo!

Esta semana, además de Babel, se estrena en DVD la serie Alfred Hitchcock presenta. El cine también es un pañuelo. Vean: en Babel sale Cate Blanchett, que aparece en Life Aquatic, donde el barco protagonista se llama Belafonte. Como el Harry que canta en Beetle Juice, dirigida por Tim Burton, que filmó uno de los capítulos del remake que en los ochenta se hizo de la serie que presentó Hitchcock. Los episodios no tenían ninguna relación entre sí. A él no le hacía falta hacerse el listo.

- 'Babel' (Alejandro González Iñárritu, 2006) es la tercera película del director a pachas con el guionista Guillermo Arriaga. Probablemente será la última; mientras su obra se hinchaba en los festivales, ellos se divorciaron, discutiendo agria y públicamente sobre si la criatura era más de papá guionista o de papá director. El filme repite el truco de las historias encadenadas ya ensayado por la pareja en Amores perros y 21 gramos. La excusa que sirve como pegamento entre los personajes (el fusil) está tan estirada que roza lo ridículo. Donde siempre hubo una mariposa que bate las alas y crea un tsunami, se pone una bala cuyo disparo se escucha al otro lado de un mundo pos 11-S. La reflexión: estamos conectados por un continuo dolor. Entre la grandilocuencia y el ¡fíjate qué casualidad!, el filme se desarrolla entretenido y estupendamente fotografiado. Hay varias historias y drama para todos los gustos, pero dos y dos no suman cuatro.

- 'Life Aquatic' (Wes Anderson, 2004) es un espectáculo de producción artística; de los impecables uniformes retro a lo Jacques Cousteau, al diseño de las especies submarinas (hay una anguila estampada de Hermès), pasando por las deliciosas versiones de Bowie del brasileño Seu Jorge. Pero la comedia sobre la expedición de un oceanógrafo documentalista no se queda en un ejercicio de estética e ironía fina (el barco se llama Belafonte porque el de Cousteau se llamaba Calypso, el género que practicaba Harry Belafonte). Más allá de las referencias y el buen gusto, Anderson dibuja personajes que se salen del tópico y rebosan humanidad, que no es poco.

- 'Beetle Juice' (Tim Burton, 1988). ¿Quién querría echar de casa a unos fantasmas que te ponen a bailar Shake Shake Senora? Cuando una encantadora pareja de difuntos ve su casa invadida por un matrimonio yuppie al que no consiguen asustar deciden llamar al grosero Bitelchus, el más incómodo de los fantasmas (bajo el que parece increíble que se esconda Michael Keaton). Tim Burton -"cineasta genial, eterno adolescente" (según su imprescindible testimonio en La hora chanante)-, plasma aquí todo su universo dos años antes de Eduardo Manostijeras, personaje que de hecho parece el primo de la niña siniestra de Beetle Juice. Amante de los homenajes, Burton había rodado poco antes un episodio del remake de la mítica serie de Hitchcock.

- 'Alfred Hitchcock presenta' (1955-1961). Ta-tán tarara ta-tán ta-tán... La Marcha fúnebre para una marioneta de Charles Gounod es inseparable del orondo perfil de Hitchcock, quien, en pleno auge de su carrera, creó una serie de suspense y terror para la CBS. Media hora de consumo rápido y giro final, con colaboraciones estelares de gente como Robert Stevenson (el director de Mary Poppins) o Joseph Cotten. Hitchcock sólo dirigió 17 de los 350 episodios, pero sus geniales introducciones y cierres al capítulo de la semana le convirtieron en el director más reconocible de la historia. También en el más gracioso. Impagables los comentarios negrísimos con los que se burla del patrocinador justo antes de dar pie a la publicidad.

Brad Pitt en un fotograma de <i>Babel.</i>
Brad Pitt en un fotograma de Babel.

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Sobre la firma

Patricia Gosálvez
Escribe en EL PAÍS desde 2003, donde también ha ejercido como subjefa del Lab de nuevas narrativas y la sección de Sociedad. Actualmente forma parte del equipo de Fin de semana. Es máster de EL PAÍS, estudió Periodismo en la Complutense y cine en la universidad de Glasgow. Ha pasado por medios como Efe o la Cadena Ser.

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