Los juristas afirman que el 'kubotán' es un arma ilegal y que no debe usarse sin una orden
Interior anuncia que regulará su utilización para dar "mayor tranquilidad" a los Mossos
Es un arma y es ilegal y para usarla haría falta una orden expresa que no existe. Eso es lo que opinan los juristas consultados por EL PAÍS acerca del kubotán, el polémico objeto empleado por los Mossos d'Esquadra el sábado en Barcelona durante una manifestación okupa. Los responsables del cuerpo creen que es una herramienta de trabajo, que se usó para defensa personal y que está permitida al no estar prohibida. Por contra, los juristas creen que es un arma, que se utilizó contra los manifestantes y que está prohibida por no estar expresamente reglamentada.
El kubotán es un pequeño cilindro de PVC acabado en punta en un extremo y con una arandela que hace las veces de llavero en el otro. Mide unos 14 centímetros de longitud, pesa unos 60 gramos y se puede adquirir en cualquier tienda especializada y en Internet por menos de 10 euros. Hasta el pasado sábado nadie sabía de su existencia, excepto los mossos que lo utilizaban, pero la publicación de unas fotografías con policías que lo llevaban escondido en las manos sirvieron para aflorar una realidad.
El intendente jefe de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, Joan Miquel Capell, explicó el lunes que el kubotán no supone ningún peligro especial para la integridad física de las personas ni puede ocasionar heridas. En su opinión, es una herramienta que se usó como defensa personal de los agentes y que como tal puede utilizarse porque no lo prohíbe ninguna legislación. Por el contrario, Manuel Ballvé, catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), y reconocido experto en asuntos de defensa y orden público, tiene una opinión muy distinta.
"Por ser lo que son"
"Los policías, por ser lo que son, no pueden decidir a su libre albedrío si usan o no el kubotán, como tampoco deciden si llevan gorra o se calzan las botas. Son agentes de la autoridad y están sujetos a una normativa", explica Ballvé. Y esa normativa ha de entenderse siempre en sentido restrictivo.
"Todo lo que no está regulado no quiere decir que esté permitido", asegura Roser Martínez, profesora de derecho administrativo de la UAB y autora del libro ¿Armas? Libertad americana o prevención europea. Y el kubotán no está regulado en ninguna norma.
En opinión de Martínez, es un arma prohibida por analogía del reglamento de armas vigente en España, que data de 1993. El artículo 4.h de ese reglamento considera armas prohibidas una serie de artilugios que relata, "así como cualesquiera otros instrumentos especialmente peligrosos para la integridad física de las personas".
Ballvé entiende que lo único que justificaría el uso legal del kubotán sería una orden del consejero de Interior, Joan Saura, y que, aun así, los agentes que lo utilicen deberían ser instruidos en su uso. "Los mandos policiales no pueden decir que es una herramienta, porque ellos mismos se descalifican, en tanto que en esa manifestación fue usada como arma para atacar a los manifestantes", explica Ballvé. "Es como si un mosso se trajera un cuchillo de su casa, lo llevase mientras estuviera de servicio y dijera que es para comerse una manzana", concluye Ballvé.
Más comedido se mostró Jaime Tapias, magistrado de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia de Álava. En su opinión, sería deseable que estuviera regulado el uso del kubotán, aunque precisó: "lo que no está prohibido estrictamente no siempre merece un reproche sancionador, sino que en ocasiones puede ser moral o ético".
Alguna razón deben de tener los juristas. El secretario de Seguridad Pública de la Generalitat, Joan Delort, anunció ayer que el Departamento de Interior elaborará "una instrucción interna" para regular el kubotán, que actualmente utilizan una veintena de agentes. La norma limitará su uso a los agentes antidisturbios y servirá para dar "mayor tranquilidad" a los mossos. El agente de la Brigada Móvil (los antidisturbios) que fue agredido en la manifestación okupa del pasado sábado no llevaba el casco puesto. Según un portavoz oficial de los Mossos, los mandos policiales decidieron inicialmente que los agentes se amarrasen el casco a la cintura. El objetivo era no encender los ánimos de los manifestantes. Sin embargo, cuando el okupa rompe la nariz al mosso en un ataque por sorpresa, algunos policías ya llevaban puesto el casco, aunque el portavoz asegura que fue entonces cuando los superiores cambiaron de criterio y ordenaron a los agentes que se lo pusieran.
Diversos colectivos sociales solicitaron ayer que se abra una investigación para determinar si el uso del kubotán fue una decisión de los agentes y que se establezca un protocolo de control de la actuación policial.
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