Zapatero afirma que no ha habido ningún diálogo con ETA tras el atentado de la T-4

El diálogo con ETA desde que José Luis Rodríguez Zapatero es presidente del Gobierno terminó tras el atentado del 30 de diciembre pasado en la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas. Después de ese asesinato de dos inmigrantes ecuatorianos con un coche bomba, el Gobierno no ha vuelto a dialogar con la banda. Así lo aseguró ayer en Sevilla el presidente del Ejecutivo, que consideró "un dislate" recientes informaciones según las cuales en marzo o abril hubo contactos.

Tampoco se le pasó por la cabeza a Zapatero, afirmó, emprender o autorizar conversaciones con ETA en su etapa de secretario general del PSOE entre 2000 y 2004, en contra de lo publicado por el diario Gara. Ahora bien, reiteró que la obligación del Gobierno es "tener la máxima información de lo que ocurre en ETA".

"Lo que preguntó Sebastián está publicado, y en ningún momento hizo referencia a cuestiones personales. La obligación del alcalde era responder"

En un encuentro informal con los medios de comunicación que siguen la caravana del PSOE para las elecciones del 27-M, el presidente del Gobierno desmintió con rotundidad informaciones sobre eventuales contactos del Gobierno o del PSOE con ETA. Flanqueado por el presidente del PSOE y de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y el alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, Zapatero distinguió dos planos en este asunto para desarrollar sus desmentidos. El primero se refirió a su etapa de secretario general del PSOE, entre 2000 y 2004, en la que el diario Gara, próximo a la izquierda abertzale, asegura que hubo contactos con ETA. Gara afirma que esos supuestos encuentros empezaron incluso antes, en 1999, y que en ellos participó el anterior secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros. "Es completamente falso que yo autorizara, consintiera o mantuviera diálogo con ETA o con Batasuna. Me produce enorme tristeza al recordar esos años en los que puse toda la energía democrática de la que fui capaz para combatir a los violentos. Hubiera sido una locura absoluta", dijo ayer Zapatero.

A continuación, criticó al PP por acoger como cierto lo difundido por Gara. Mariano Rajoy ataca al Gobierno dando esa información por verídica.

El siguiente desmentido se dirigió hacia el diario Abc y la agencia Europa Press, que en estos días han relatado supuestas reuniones de emisarios del Gobierno con la banda terrorista, que se habrían producido en marzo o abril, es decir, después del atentado de la T-4. "Es falso, no ha habido ningún diálogo", señaló al ser preguntado directamente por si el Ejecutivo había tenido reuniones con ETA desde el atentado de diciembre. Por dos veces calificó Zapatero de "dislate" esas informaciones. Y según desmentía contacto alguno con ETA desde el atentado, añadió: "Es obligación del Gobierno tener la máxima información de lo que ocurre en ETA; sabemos lo que pasa en ETA, y la lucha contra la banda terrorista va a ser difícil". La conversación, que transcurrió en tono distendido, adquirió tintes graves cuando Zapatero afirmó que, por obligación, va a "exigir" a los partidos políticos que sean prudentes y que no utilicen el terrorismo para combatir al Gobierno. Y si a los partidos cree que se lo puede exigir, a los medios de comunicación, precisó, sólo puede solicitarles que "reflexionen".

La petición a Rajoy para que deje de utilizar el terrorismo se la hará en junio, cuando le convoque a una reunión en La Moncloa. "El PP ha roto un precedente democrático de 30 años, al utilizar contra el Gobierno la lucha contra ETA. Y ese precedente es nefasto para el país y para el Estado. Se debería tener cierta perspectiva porque nadie sabe hasta cuándo durará el terrorismo", advirtió.

El tono de alarma que en algunos momentos se apreció en el presidente sobre "lo que pasa ahora en ETA" no fue obstáculo para que reiterara su disposición a que pueda haber un diálogo con la banda. "Pero sólo he contemplado y contemplo ese escenario de diálogo para que se produzca el fin real, pleno y total de la violencia".

En la misma conversación, el presidente apoyó al candidato socialista al Ayuntamiento de Madrid, Miguel Sebastián, tras la fuerte polémica desatada en un debate con el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón. Gallardón consideró que Sebastián se entrometía en su vida privada al preguntarle por su amistad con una persona procesada en la Operación Malaya. "La obligación del alcalde era responder", dijo Zapatero. Y continuó: "Miguel Sebastián es una persona cabal y respetuosa con todo el mundo y lo que preguntó está publicado y en ningún momento hizo referencia a cuestiones personales y no entiendo por qué Gallardón se refirió a cuestiones personales".