Túneles para todos los gustos y para ninguno

El tren de alta velocidad no ha concitado nunca la unanimidad. Mientras fue un proyecto, un partido, Iniciativa per Catalunya, se opuso a él, defendiendo que el coste era tan desorbitado que resultaba casi un capricho de nuevo rico, injustificable en un territorio donde los Cercanías iban como luego se ha demostrado: poco menos que fatal. Y aquel desacuerdo no sólo se mantiene: se ha acrecentado, aunque ahora, por consumado, nadie cuestiona el proyecto, pero sí el trazado. Y, sobre todo, el debate se ha planteado respecto al paso de la línea por el centro de Barcelona.

Los programas de los diferentes partidos con opciones a lograr representación municipal muestran sólo una coincidencia: PSC e ICV-EUiA mantienen el compromiso de un túnel bajo las calles de Mallorca y Provença. El resto de fuerzas lo rechaza de plano, pero sin una propuesta unificada. En este asunto, cada uno va por libre.

CiU, aunque acabó pactando el paso por el centro de Barcelona, siempre había defendido la prioridad del trazado a través del Vallès. Sus argumentos actuales son dobles: con ello se acelera la llegada a Francia, dado que el trazado ya existe y sólo hay que adaptarlo al ancho europeo y la alta velocidad y se aplaza la decisión sobre Barcelona hasta eliminar la incertidumbre de los ciudadanos. No obstante, su programa deja claro que detrás de este aplazamiento lo que se da realmente es la voluntad de que no se construya este túnel.

Tampoco quiere el túnel el Partido Popular. Pero en este caso, sí ha habido un cambio de rumbo, porque el PP defiende ahora un trazado que en su día hizo imposible: el del litoral. De hecho, este partido ha ido, en este asunto, dando bandazos. Su presidente en Cataluña defendió, casi de modo simultáneo, que el AVE no llegara al aeropuerto (idea propugnada, sobre todo, por los socialistas) y al poco, él mismo presentó un proyecto para que llegara.

Esquerra Republicana también tiene un proyecto diferente. Rechaza el túnel previsto, aunque añade que podrían aceptarlo, y a continuación propone una solución diferente: duplicar la capacidad del túnel de la calle de Aragó de modo que el de Mallorca y Provença fuera innecesario.

También propone un túnel diferente Ciutadans. En su opinión, debería salir por Sants a través de la avenida de Roma para dirigirse luego hacia la Diagonal y, desde allí, llegar a la plaza de Les Glòries y dirigirse hacia Sagrera.

Detrás de las diversas propuestas hay, también, diversas argumentaciones. PSC e ICV defienden que su solución es la más rápida y la que ofrece continuidad institucional, evitando (argumentan los socialistas) malbaratar el dinero ya invertido. CiU aduce que el Vallès es más rápido. El PP y Ciutadans sostienen que sus propuestas son más seguras. En lo que todos coinciden es en la conveniencia de que las vías de ancho europeo y alta velocidad tengan una doble utilidad: para los trenes de largo recorrido y, además, para los servicios de media distancia, ordenando así las conexiones rápidas y eficaces entre las cuatro capitales catalanas. CiU añade que la conexión de alta velocidad debería extenderse a las principales capitales de comarca y el PSC sostiene la necesidad de una segunda vía transversal entre Lleida, Manresa, Vic y Girona.