Los cheques para la emigración elevan la tensión entre los socios de la Xunta

El reparto de cheques asistenciales de la Xunta en Uruguay en plena precampaña electoral ha disparado la tensión entre los socios del Gobierno bipartito. La decisión del BNG de presentar una pregunta parlamentaria pidiendo explicaciones por lo ocurrido ha creado tal malestar en la parte socialista de la Xunta que el PSdeG llegó ayer a pedir a sus socios la retirada de la iniciativa. Ante la negativa del BNG, los socialistas han respondido con una pregunta sobre el 'número dos' de Anxo Quintana, Antonio Losada, protagonista de un altercado con la policía autonómica.

Romeu recuerda que "al menos en parte del Gobierno", los errores provocan dimisiones

Quintana afirma que las crítricas del PP "sobrepasan la política farisea"

Las iniciativas de control presentadas por el BNG en los últimos meses en relación con áreas de gestión gubernamental bajo la responsabilidad del PSdeG hace tiempo que causan malestar en las filas de los socialistas gallegos. Pero la pregunta parlamentaria formulada el miércoles, en la que el Bloque pide explicaciones por la entrega de cheques a residentes gallegos en Uruguay, ha colmado su paciencia.

Ante la negativa de los nacionalistas a retirar la pregunta, tal y como les fue solicitado por el PSdeG, los socialistas han decidido pasar al contraataque. Por primera vez en lo que va de legislatura han presentado una iniciativa relacionada con la gestión de la parte del Gobierno bajo la responsabilidad del Bloque. El tema elegido, además, no puede ser más incómodo para el vicepresidente Anxo Quintana: la implicación de su número dos, Antonio Losada, en un altercado con los agentes de policía que custodian la Xunta.

La pregunta del BNG que ha disparado la tensión entre los partidos que apoyan a la Xunta acusa al PP, pero también al PSOE, de haber subido "un nuevo peldaño en la escalera de la indignidad democrática" con el "agravante" de que la entrega de cheques asistenciales a emigrantes en Uruguay fue "perpetrada en nombre de la Xunta".

La del PSdeG sobre Antonio Losada, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, pide a la Xunta una opinión sobre los incidentes protagonizados por el secretario general de la Vicepresidencia y pregunta si el Ejecutivo los considera "compatibles con las prácticas de buen gobierno que deben presidir las actuaciones de los altos cargos". El propio presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, se refirió ayer a este asunto señalando al vicepresidente Anxo Quintana como el responsable político de este asunto. "A partir de ahora será el juez [que estudia el caso] el que decida", añadió.

El portavoz del Bloque, Carlos Aymerich, precisó que su grupo no tiene intención de pedir dimisiones por el caso de los cheques asistenciales porque lo que quieren es que cambien las políticas, no las personas. "De nada vale que se cambie a la señora Pin por el señor Pon y que éste haga lo mismo", ironizó.

Aymerich emplazó al presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, a pasar de las palabras a los hechos y a poner fin a esta "cadena" de comportamientos antidemocráticos.

Su homólogo, el portavoz socialista Ismael Rego, dejó constancia del malestar de su grupo y lamentó que el BNG, "en lugar de tomar nota sobre la respuesta responsable del Gobierno en el tema de la emigración se dedique a dar lecciones de moralina de corto alcance". Seguro que el Bloque, añadió, ha tenido "oportunidades sobradas para dar muestras de la misma firmeza y responsabilidad", por lo que emplazó a los nacionalistas a actuar de la misma manera cuando "se cometen errores".

El presidente Touriño rechazó una de las críticas del Bloque al defender el derecho de los dirigentes del PSOE a ejercer cargos de responsabilidad. "Yo mismo soy secretario general del PSdeG", recordó. "Mal andaremos si hay que inhabilitar a los responsables de un partido para ejercer cargos".

Touriño insistió en que la dimisión de la directora de la Fundación Galicia Emigración, "depura" todas las responsabilidades políticas en relación con la entrega de cheques asistenciales. Sin embargo, a esta dimisión se añadió ayer la del secretario del PSOE en Uruguay, José Antonio Fernández, que anunció su renuncia a seguir como delegado de la Fundación Galicia Emigración.

El presidente de la Xunta subrayó que el actual Gobierno actúa con transparencia, da la cara y asume responsabilidades. "Hemos pasado de la cultura de la impunidad [del anterior Gobierno] a la de la responsabilidad". La responsable de la fundación "ya no lo es; hay un presidente que asume la responsabilidad política, lo que no ocurrió en los 16 años de Gobierno del Partido Popular".

La entrega de cheques, explicó, constituye un error porque se ha producido en "un momento inoportuno", en plena precampaña, y porque se ha hecho en persona. Ambas circunstancias "no están en las pautas de actuación del Gobierno que presido", señaló. El presidente explicó que los cheques de la polémica responden a un programa específico, transitorio y reglado, creado para atender situaciones de extrema pobreza que no estaban cubiertas por las ayudas convencionales y que no será necesario repetir en el futuro.

Por su parte, el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, no quiso profundizar más sobre las ayudas, aunque sí arremetió contra el PP porque no entiende cómo no se ruborizan al hablar de manipulación de emigrantes. "El PP los utilizó durante 16 años como mercancía electoral. Cometieron todo tipo de tropelías con dinero e instituciones públicas; por cierto, sin cesar absolutamente a nadie por una cuestión así", precisó.

Quintana afirmó que las protestas ahora del PP "sobrepasan lo que es la política farisea", informa Arcadio Silvosa. "Es necesario definir, de una vez, a qué ámbitos de representación hay que destinar el voto emigrante y garantizar las elecciones en el exterior". "Cuando estén dispuestos en el PP a apoyar algo así, que hablen de los votos de la emigración. Mientras tanto, que callen, que es lo mejor que pueden hacer".

Tampoco admitió las críticas de los populares el conselleiro de Presidencia, José Luís Méndez Romeu, quien aseguró que Núñez Feijóo "no puede levantar la voz absolutamente en nada que tenga que ver con de política de emigración".

El conselleiro, sin embargo, fue un poco más allá y dejó entrever las diferencias con el Bloque Nacionalista Galego: "Hay una manera de actuar del Gobierno, al menos de parte del Gobierno de Galicia, y cuando un alto cargo toma una decisión imprudente o errónea dimite inmediatamente. Otros, en cambio, nunca lo hicieron ni parece que en el momento actual se sientan afectados", subrayó.