Cuba celebra el Primero de Mayo sin Castro
Por segunda vez en nueve meses, Fidel Castro faltó a un gran acto de masas en la plaza de la Revolución. Ya se va convirtiendo en una costumbre: hasta el último segundo, cientos de miles de cubanos aguantaron la respiración esperando que apareciera en el desfile por el Primero de Mayo, pero nada.
Al igual que ocurrió el 2 de diciembre, cuando se conmemoró el 50º aniversario del desembarco del yate Granma, fue el jefe del Ejército, su hermano Raúl, el que ejerció de número uno y encabezó una celebración marcada por la ausencia del comandante.
Sonaba La Internacional por los altavoces, y a las 7.30 de la mañana, antes de comenzar el desfile, un equipo de la radio cubana entrevistaba a un humilde obrero de la zona oriental, que exponía así sus expectativas: "Estoy loco por verlo, se lo digo claro. Ya hace nueve meses que no lo vemos, y estoy seguro de que hoy...". Raudo, el periodista intervino: "Aparezca o no el comandante, él estará hoy aquí con todo su pueblo". El hombre, contrariado, asintió: "Sí, sí, y algún día lo veremos, digo yo".
A las ocho en punto Raúl apareció en la plaza de la Revolución y el misterio se desveló. Aunque muchos creían que Fidel no asistiría, en las calles abarrotadas por la masa se extendió una sensación espesa, de chasco. Las expectativas por la posible reaparición del mandatario cubano eran muchas.
Hace nueve meses y cinco días, desde que fue operado de urgencia, debido a una grave dolencia intestinal, y cedió "provisionalmente" todos sus cargos, Cuba está pendiente del regreso del mandatario. O quizás sea mejor decir, de la forma en se produce su vuelta a la vida política.
Los últimos y reiterados mensajes de las autoridades cubanas y del presidente venezolano, Hugo Chávez, de que la recuperación de Castro avanza favorablemente y poco a poco retoma el mando, hicieron pensar a muchos que este Primero de Mayo sería el escenario para representar su resurrección como comandante en jefe.
El propio Castro fue quien, el 11 de abril, en un artículo publicado en el diario Granma, convocó a una gran movilización el Día del Trabajo para protestar por la liberación en EE UU del ex agente de la CIA Luis Posada Carrilles, acusado por La Habana de diversos actos terroristas, entre ellos la voladura de un avión comercial cubano en 1976 en el que murieron 73 personas. Seis millones de cubanos, según los cálculos oficiales, marcharon ayer en todo el país para reclamar su vuelta a la cárcel.
En vísperas del desfile, ayer de madrugada, el líder comunista dio a conocer su último artículo periodístico -y van cuatro en un mes-, en el que arremete de nuevo contra el uso de biocombustibles producidos con maíz y otros alimentos y aconseja al mundo que tome ejemplo de la "revolución energética" que se lleva adelante en Cuba.
Castro ataca al Gobierno de Bush por la excarcelación de Posada y pide "prisión para el verdugo", el lema de la marcha de ayer. Joaquín, uno de los manifestantes que iba tras la pancarta, hacía su propio resumen: "Fidel en Granma y Raúl en la plaza. ¿No está claro?".
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