¿Se acuerdan del 'Marine I'?
Fiel a su proverbial optimismo, el ministro de Exteriores Moratinos dijo ayer que había sido un "éxito rotundo" la gestión de la crisis del Marine I, el carguero con 369 personas rescatadas por Salvamento Marítimo el pasado 2 de febrero entre Senegal y Cabo Verde y trasladadas a Mauritania, país que se negó a acogerlas, aunque aceptó que desembarcaran temporalmente. Es justo reconocer la nobleza del gesto humanitario español, pero la gestión de la crisis dejó mucho que desear: deficiente coordinación entre departamentos y excesiva comprensión ante la firme actitud mauritana. A día de hoy quedan todavía 23 ilegales por repatriar que se niegan a declarar su lugar de origen. El resto ha regresado a Pakistán, India, Guinea Conakry, Ghana, Bangladesh, Birmania, Afganistán y Sri Lanka tras duras negociaciones con los Gobiernos respectivos.
Mejor parece que vaya a ser resuelto el naufragio de los 87 infortunados sin papeles que fueron avistados el pasado lunes a la deriva por un pesquero vigués frente a las costas de Mauritania. Claro es que dos han muerto y otros 10 se dan por desaparecidos. Las autoridades del país magrebí han tenido un comportamiento bastante vergonzoso al negarse a darles auxilio argumentando que la barcaza no se encontraba en sus aguas jurisdiccionales, a pesar de estar tan sólo a 50 millas del pueblo costero de Nuadibú. Madrid solicitó a Nuakchot el envío de patrulleras, donadas por España tras los acuerdos migratorios que el Gobierno de Zapatero suscribió con Mauritania y Senegal el año pasado, pero los mauritanos se negaron en rotundo. Senegal al final ha decidido aceptar el desembarco de esos pobres desgraciados, lo cual, de momento, ha evitado una nueva tragedia.
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