"No puedo controlar a mi hija"

Un matrimonio de Gijón ha pedido al Gobierno de Asturias que asuma la tutela de su hija Susana, de 13 años. Los padres aseguran que no pueden controlar a la adolescente, que en los dos últimos años suma ya dos fugas del hogar familiar y cuatro denuncias por robo y agresión. "Ya no puedo más", afirma la madre, Mónica López, vecina del barrio de La Calzada. La pareja presentó la solicitud al Principado hace dos meses y se lamenta de que aún no hayan recibido respuesta. La situación con su hija es, asegura la familia, insostenible e ingobernable. "Me dicen que esto es muy lento y que lleva un proceso largo", afirma López.

"Ni mi marido ni yo no somos capaces de controlarla. Lo que queremos es que Servicios Sociales asuma la tutela y la reeduque en algún centro de menores", declaró la mujer al diario gijonés El Comercio. "Yo no puedo hacer más por ella; a no ser que quieran que la ate dentro de casa para que no se escape", declara la madre. En declaraciones ayer a la SER, la mujer se quejó de que la Fiscalía de Menores sólo interviene a partir de los 14 años de edad y que su hija es sabedora de que "no le va a pasar nada haga lo que haga".

La muchacha tiene una hermana de ocho años y los padres temen que pueda seguir el mal ejemplo de la mayor. Consideran que han fracasado en el intento de reconducir a la chica tras "haberlo intentado todo". "Hemos ido a decenas de cursos y terapias y seguimos todas las pautas que nos recomiendan para la educación de adolescentes, pero no sirve de nada", sostiene la madre. Dice que reciben quejas continuas de profesores y vecinos por el comportamiento de la niña. Los últimos casos obedecieron, asegura, "al robo de un equipo MP3, a haberle pegado a otra niña y a un comportamiento agresivo". "Es muy violenta" y está influida por "malas compañías".

La última fuga fue cuando escapó con su novio, según el relato de Mónica López, que tiene "19 causas pendientes". "Ambos se fueron a Alicante. Denuncié la desaparición en comisaría, pero no hicieron nada. Al final regresó cuando le dio la gana. ¿Qué otra cosa podría hacer en Alicante sin dinero, salvo robar o prostituirse?".