Bush insiste en que vetará la ley que prevé la salida de las tropas en octubre
Los demócratas del Congreso unifican el texto legal sobre la retirada
Lo ha dicho muchas veces y ayer lo volvió a repetir. El presidente de Estados Unidos no aceptará ninguna ley para la financiación de tropas que conlleve una fecha para la retirada de Irak. Desoyendo a George Bush y su amenaza de veto, los demócratas del Congreso han llegado a un acuerdo para consensuar las leyes propuestas tanto por el Senado como por la Cámara de Representantes para abrir la espita de la financiación necesaria para los soldados desplegados en Irak, cifrada en 124.000 millones de dólares (91.000 millones de euros), pero que llevaría implícita la fecha del 1 de octubre de este año como comienzo de la salida de las tropas del país.
La retirada total, según esta ley, debería concluir en abril de 2008. "Estoy muy decepcionado con el camino que han tomado los demócratas", declaró Bush en una breve declaración a la prensa en los jardines de la Casa Blanca. "Han elegido hacer una declaración política", prosiguió el presidente. "Están en su derecho, pero es algo perjudicial para nuestras tropas y para nuestro país. Aceptar la ley propuesta por los demócratas sería aceptar una política que directamente contradice la opinión de nuestros jefes militares", añadió.
Los textos de ambas cámaras eran diferentes, porque hubo enmiendas en el Senado, que aprobó el texto el pasado 28 de marzo. Ambos proyectos diferían en los plazos en los que se debería haber enviado a las tropas a casa: septiembre de 2008 para la Cámara, marzo de 2008 para el Senado. Ahora, lo que ambas cámaras van a requerir conjuntamente es que se deje de enviar dinero a Irak no más tarde de octubre si no hay retirada. Para satisfacer el conservadurismo del Senado, estas fechas no serían vinculantes, sino meras líneas a seguir en un plan de retirada para las tropas.
Según la Constitución, Senado y Cámara tienen que aprobar textos idénticos para que puedan convertirse en ley, consenso que se logrará ahora a través de un comité conjunto, al que ambas cámaras envían a sus políticos más veteranos para pactar el texto. Normalmente, estos comités se enfrentan a graves problemas si las cámaras están dominadas por diferentes partidos, pero en este caso el proceso será rápido y reflejará en su mayoría las decisiones y plazos aprobados por el Senado.
Una vez se ha consensuado el texto, éste se envía de nuevo, y simultáneamente, a ambas cámaras para una votación que no admite enmiendas. Se vota sólo sí o no. Fuentes legislativas han indicado que Harry Reid, líder de la mayoría demócrata del Senado, y Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, esperan concluir el proyecto a más tardar a finales de esta semana.
Será entonces cuando se enviará a la Casa Blanca. El presidente tiene 10 días desde que la recibe para firmarla y enviarla de nuevo al Congreso (los domingos no cuentan). Si decide vetarla, el presidente también tiene que devolverla, pero debe entregar por escrito sus objeciones a la ley. El Congreso puede pasar el texto sin la firma del presidente si ésta recibe más de dos tercios de los votos en cada cámara.
Bush insistía ayer por la mañana en que no va a aceptar ninguna ley que le ate las manos en Irak. "No está bien que nuestras tropas no reciban el dinero y la flexibilidad que necesitan para cumplir su misión. Yo voy a vetar la ley. Y entonces podré trabajar con el Congreso en una ley limpia que no les ate las manos a nuestros comandantes y no fuerce ninguna retirada".
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