60 hospitales españoles administrarán un nuevo fármaco contra el sida resistente
El raltegravit se reserva para enfermos que no responden a los tratamientos existentes
Un total de 60 hospitales españoles han empezado a administrar un nuevo medicamento, el raltegravit, a enfermos de sida que no responden a los tratamientos que ya existen porque están infectados por cepas resistentes de VIH.
Los antirretrovirales que actualmente se utilizan actúan sobre dos enzimas, la proteasa y la transcriptasa. El nuevo fármaco bloquea una enzima que hasta ahora nunca se había atacado, la integrasa, que hace que el virus inserte su material genético en la célula. Impidiendo a la integrasa desarrollar esta función, se bloquea la capacidad del virus de replicarse e infectar nuevas células.
Los centros que ya disponen del raltegravit forman parte del Programa de Acceso Expandido que impulsa la compañía farmacéutica MSD. El medicamento se encuentra en fase III de investigación clínica, lo que significa que ya se ha demostrado su eficacia y tolerancia, aunque es necesario recoger más datos sobre pacientes. Este laboratorio ha iniciado ya los trámites para recibir la aprobación de las autoridades americanas y europeas y, después, de las agencias estatales (en España, la Agencia Española del Medicamento). Aunque es difícil precisar cuando estará en el mercado, según fuentes del laboratorio podría ser el próximo año. El nombre comercial del raltegravit será Isentress. Por otro lado, los facultativos que no forman parte de este programa también pueden solicitar su uso compasivo a través del Ministerio de Sanidad.
Desde 2002 no aparecía ninguna nueva familia de fármacos para el sida
Este medicamento viene precedido por los buenos resultados que se han obtenido en estudios realizados en todo el mundo y que acaban de aparecer en The Lancet. En estos ensayos han participado tres hospitales españoles, el Hospital Clínico de Barcelona, Can Ruti de Badalona y el Hospital Carlos III de Madrid
En España hay 72.000 personas con sida. Según Josep M. Gatell, responsable del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínico de Barcelona y coautor del estudio sobre este fármaco, "entre un 15% y un 20% de los enfermos presentan resistencias y fallo terapéutico". Gatell afirma que "con los tratamientos actuales, los enfermos con virus resistentes tienen hasta ahora un 30% de posibilidades de éxito, mientras que con el nuevo fármaco la probabilidad es del 70%".
En la investigación han participado 180 pacientes infectados por VIH en estado avanzado que habían sido sometidos a otros tratamientos antirretrovirales durante una media de 10 años y que ya no respondían a la medicación porque habían generado cepas del virus resistentes. Los científicos los dividieron en cuatro grupos que recibieron distintas dosis de raltegravit o placebo, en combinación con otros antirretrovirales. Los resultados han demostrado que en combinación con la terapia estándar, el raltegravit reduce la presencia del VIH en sangre y aumenta el número de células CD4, las células que ayudan al cuerpo a combatir infecciones y, por tanto, el indicador que revela que la respuesta inmune está mejorando.
Están en marcha otros estudios para ver qué resultados se obtienen en enfermos que acaban de iniciar el tratamiento y que no han desarrollado resistencias. Los resultados preliminares revelan que su eficacia es similar a otros fármacos, pero que se obtienen resultados mucho más rápido.
También se ha observado que, en general, es muy bien tolerado. Gatell destaca que no altera los lípidos, por lo que "puede ser muy indicado para pacientes con lipodistrofia, con colesterol y triglicéridos".
Por el momento, el uso del raltegravit se reservará para pacientes cuyo virus haya desarrollado resistencias a las tres familias de medicamentos existentes. En este sentido, Gatell anticipa que es importante utilizarlo bien para que este nuevo medicamento no acabe también generando resistencias.
Desde 2002 no aparecía ninguna nueva familia de medicamentos para combatir el virus del VIH. Actualmente, existen 21 fármacos aprobados que frenan la entrada del virus en la célula y que se agrupan en tres familias: los inhibidores de la transcriptasa (una enzima que actúa en la replicación del virus), los inhibidores de la proteasa (enzima que el VIH necesita para completar copias de sí mismo), y los inhibidores de la entrada del virus. Este último grupo se divide en dos subfamilias, los inhibidores de fusión, y un nuevo inhibidor del correceptor CCR5, el maraviroc, un medicamento en el que están trabajando los laboratorios Pfizer y que todavía está en fase de experimentación aunque ya se ha empezado a utilizar para uso compasivo. La cuarta familia quedará inaugurada oficialmente cuando las autoridades aprueben el raltregravit.
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