Los hospitales públicos han reducido su número de camas casi un 11% desde 1992

Los hospitales públicos vascos han disminuido en un 10,6% su número de camas entre 1992 y el año pasado. Un total de 652 camas han sido de esta forma suprimidas en favor de otras opciones distintas a la hospitalización tradicional, según el Departamento de Sanidad. La ampliación de las camas es una de las tradicionales reivindicaciones de los sindicatos, que lo consideran un indicador de calidad de un sistema sanitario y achacan a su descenso en los últimos años los colapsos que en algunos momentos ha sufrido la red hospitalaria, como en las peores semanas de las temporadas de gripe. Paradójicamente, la bajada ha sido inversamente proporcional al aumento de actividad y de carga de trabajo experimentado por Osakidetza, que el año pasado batió su récord.

El último informe elaborado por el departamento y que ha remitido al Parlamento precisa que Osakidetza cuenta en la actualidad con 5.508 camas repartidas entre los 18 hospitales de agudos, psiquiátricos y los de media y larga estancia que forman la red pública. Por territorios, Vizcaya es el que más ha apreciado la reducción, pasando de las 3.355 camas contabilizadas en 1992 a las 2.936 del año pasado. En Álava, se ha bajado de 1.214 a 1.009, mientras que en Guipúzcoa la disminución resulta menos acusada que en las otras dos provincias: de 1.591 a 1.563.

A la hora de evaluar la eficiencia y calidad de los servicios de salud, el número de camas es uno de los aspectos que se suele tener en cuenta. Sin embargo, el consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, mantiene que no hay que hacer hincapié en este parámetro, dado que se halla muy influido por otra serie de actuaciones. Entre estas figuran los programas conocidos como alternativas a la hospitalización tradicional, que Osakidetza ha ido poniendo en marcha desde 1992.

La hospitalización a domicilio, el hospital de día o la unidad de corta estancia suponen una oferta asistencial equiparable a un centro de 500 camas que funcione todo el año, explica Inclán en el documento enviado a la Cámara. Estas opciones hacen posible reducir la estancia media de los enfermos en los hospitales clásicos. En esa línea, la estancia media ha descendido en el caso de los hospitales de agudos de Osakidetza desde los 9,11 días de 1990 hasta los 5,8 registrados el pasado ejericicio. "Esto significa que la capacidad de cada cama casi se ha doblado", resalta el consejero.

Tendencia general

La construcción de lo que se conoce como centros de alta resolución (el de Gernika ya está en marcha y existen otros dos en proyecto para la Margen Derecha y las Encartaciones) también contribuye a la reducción al tratarse de hospitales sin camas, cuya actividad se centra en intervenciones quirúrgicas que se pueden resolver en el mismo día.

El descenso de plazas no es algo específico del Servicio Vasco de Salud. Los datos publicados por la Comisión Europea muestran que el porcentaje de camas por cada 100.000 habitantes ha descendido un 14% en el periodo 1993-2004 en la Unión Europea de 15 países. La disminución en Francia llega hasta un 16%, mientras que en España y Alemania se queda en el 11%. En ese mismo periodo, el descenso de Osakidetza se sitúa es un 9,7%.

Sin embargo, en los últimos años la tendencia descendente ha variado hacia la estabilización e incluso a un ligero repunte a partir del año 2000. El nuevo plan de modernización de los hospitales, presentado por el titular de la consejería la pasada semana, prevé la creación de entre 224 y 300 camas de hospital en las tres provincias hasta el año 2012.

El sindicato nacionalista ELA, central mayoritaria en el sector sanitario, ha criticado en numerosas ocasiones al departamento por la "escasez" de camas hospitalarias, lo que, a su juicio, demuestra, junto a otro tipo de indicadores, la sobrecarga del personal o que el esfuerzo inversor no haya aumentado en los últimos años, las lagunas que presenta el actual sistema sanitario de la comunidad autónoma.