Castro reanuda su actividad pública con una reunión con un alto cargo chino
El líder cubano aparece en unas fotografías de 'Granma' recuperado y con buen semblante
Superados los peores momentos de su enfermedad, poco a poco Fidel Castro vuelve a la escena pública. Ya no son sólo sus encuentros y conversaciones telefónicas con el mandatario venezolano, Hugo Chávez, o sus reflexiones políticas como columnista del diario Granma; el líder cubano ha empezado a recibir a altos dignatarios extranjeros, y a reanudar sus actividades diplomáticas. El viernes, Castro mantuvo una reunión de una hora con el miembro del buró político del Partido Comunista Chino, Wu Guanzheng, a quien atendió vestido con ropa deportiva en el lugar secreto donde convalece. El mandatario cubano ha engordado y parece físicamente recuperado.
En las dos fotografías del encuentro publicadas ayer por el diario Granma, Castro aparece con buen semblante y se nota que ha ganado bastantes kilos, nada que ver con las imágenes del año pasado, en las que su rostro estaba demacrado y lucía una delgadez de enfermo grave. En una de las fotos actuales está sentado; en la otra, de pie, estrecha la mano del visitante, que no es cualquiera: hoy por hoy, China es el segundo socio político y comercial de Cuba, después de Venezuela.
Las últimas imágenes del comandante fueron emitidas por la televisión cubana el 30 de enero, con ocasión de una de las visitas de Chávez. Al día siguiente aparecieron seis fotografías en Granma, y desde entonces nada más en la prensa oficial. El diario colombiano El Tiempo publicó a mediados de marzo la última foto de Castro, paseando al aire libre con el premio Nobel Gabriel García Márquez. Pero con excepción de Chávez y García Márquez, sus amigos íntimos, el mandatario no había hecho de anfitrión de personalidades extranjeras desde la XIV Cumbre del Movimiento de Países no Alineados, celebrada en La Habana a mediados de septiembre, mes y medio después de ser operado de urgencia debido a una grave crisis intestinal. Se reunió entonces con el ex secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, y varios presidentes del Tercer Mundo, pero posteriormente el líder comunista tuvo serias complicaciones de salud.
Castro cedió provisionalmente todos sus cargos de gobierno a su hermano Raúl el 31 de julio de 2006 y, desde entonces, no ha aparecido en público. Según Chávez, en algún momento de su convalecencia el líder cubano estuvo entre la vida y la muerte. En el último mes, coincidiendo con las noticias de que mejora y poco a poco reasume funciones, el mandatario ha publicado tres extensos artículos en Granma; en el último, aparecido el 11 de abril, acusó al presidente estadounidense, George W. Bush, de estar detrás de la reciente decisión de una juez federal norteamericana de otorgar la libertad condicional a Luis Posada Carriles, a quien La Habana acusa de la voladura de un avión cubano en 1976. Como en los viejos tiempos, para protestar contra el hecho, Castro convocó a una gran marcha este Primero de Mayo en la plaza de la Revolución.
El encuentro del viernes con Guanzheng es muy simbólico. Además de confirmar la recuperación de Castro, es revelador del actual reparto de papeles en el Gobierno interino que encabeza Raúl, y que muchos analistas consideran una fórmula política definitiva aunque el mandatario logre restablecerse. Granma señala que "inmediatamente después" de reunirse con "el compañero Fidel", el visitante chino lo hizo con "el compañero Raúl" -ambos mencionados al mismo nivel de camaradería, sin sus cargos-; Raúl, de traje y corbata, encabezó las conversaciones oficiales y después asistió a la firma de un convenio de cooperación económica y técnica entre ambos países y de otro acuerdo sobre la promoción y protección recíproca de inversiones.
Según los observadores, el tándem Fidel-Raúl se consolida, y aunque la plaza de comandante en jefe será del hermano mayor hasta el final, pocos ponen en duda que el papel de Raúl en el día a día político será cada vez mayor. Granma, clave y oráculo para entender el difícil ajedrez político cubano, lo ha dicho a su modo: el "compañero Fidel", con sus análisis y reflexiones globales y recibiendo a los visitantes de nivel que considere oportuno, seguirá siendo guía y referente de la revolución; el "compañero Raúl", con la discreción y la organización militar que le caracterizan, marcará los pasos concretos y el ritmo, acompañado de un entorno bien bragado en las tareas de Gobierno, en el que el vicepresidente Carlos Lage y el canciller Felipe Pérez Roque son fundamentales.
De momento la prioridad política es Posada Carriles: el país entero está movilizado en protesta por su liberación. Nadie duda de que la convocatoria hecha por Fidel Castro para una gran marcha el 1 de mayo será satisfecha. No se sabe aún si ésa será la fecha de su reaparición pública, lo que es seguro es que ese día en la plaza de la Revolución estará Raúl.
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