Se puede "ser normal" y no estar con el PP

Era la pregunta que más temía. Y tal vez por eso, la que llevaba más preparada. "Si no es mucha molestia, ¿le puedo preguntar qué gana?", le dijo titubeante Violeta Aranguren tras explicar que ella sólo ingresa 300 euros mensuales.

Hace dos semanas, en un corrillo en el Congreso, charlando sobre el programa, Rajoy parecía preocupado. "¿Y si me preguntan cuánto gano?", comentaba con los periodistas. "No puedes contestar, puede ser malinterpretado", se respondía a sí mismo, Dicho y hecho.

-Gano... bastante más que esa cantidad, pero trabajo para que todo el mundo gane más -se escabulló Rajoy. Y nadie insistió.

El líder del PP mostró su olfato hace sólo dos semanas, en el Congreso. Charlando sobre el programa. "¿Y por qué no lo cuentas? Está en la web del Congreso. Es el sueldo de diputado por Madrid, ¿no? [unos 4.600 euros mensuales, 55.400 anuales, en bruto]", le apuntó una periodista.

-No, yo cobro sueldo del partido. Pero es que no lo puedes decir-, señalaba Rajoy, que ya calculaba la situación que se le presentó.

-¿Por qué?

-Porque depende quién te pregunte, puede ser muy malinterpretado.

Lo pensó y lo mantuvo. Aunque probablemente no suponía que la diferencia sería tan alta, desde los 300 euros. Se supone que el sueldo de Rajoy es superior a esos 4.600 mensuales brutos de un diputado simple, aunque el PP no lo quiso contar ayer.

El líder del PP salió airoso, con su habilidad para esquivar los asuntos delicados, de la pregunta más comprometida de la noche y de otras muchas. Con la experiencia acumulada tras haber estudiado detenidamente la aparición del presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, en Tengo una pregunta para usted, el nuevo programa de TVE, el líder de la oposición buscó la complicidad de quien le preguntaba y evitó el tono típicamente político. Habló de sus hijos pequeños, de su padre que fue juez, de sus familiares emigrantes, de su mujer... todo con un objetivo: evitar la distancia, mostrarse como él siempre se define, una persona "normal" que lee el Marca, fuma puros, ama las sobremesas largas y viaja más bien poco al extranjero.

El momento más intenso de la noche, similar al que Zapatero vivió cuando le preguntaron por el precio de un café y lo dejó en 80 céntimos, lo que cuesta en el Congreso, se vivió de nuevo con una persona veterana y en una repregunta. Violeta, de 53 años, muy nerviosa -"nunca he estado en televisión", se justificó-, le preguntó cómo es posible que una familia como la suya viva con eso 300 euros. "Esté tranquila, ha hecho una pregunta importante", trató de ganársela Rajoy. "¿Cómo puede vivir? Supongo que muy mal. Nosotros en ocho años subimos las pensiones. Entre mis objetivos está subir algunas que son de vergüenza". Luego vino la repregunta y el regate de Rajoy.

El líder del PP se mostró tranquilo, salvo en un momento: precisamente con el asunto de la normalidad, al que tanto apela. La joven Olga Bautista, 24 años, le reprochó que dijera que a las manifestaciones del PP va la gente "normal". "Usted convocó a una manifestación a todos los españoles normales y sensatos. Yo fui a muchas manifestaciones. A las de Miguel Ángel Blanco, e incluso a la del 12-M, aunque ya sabía que nos estaban mintiendo. Pero no fui a la que usted convocó. ¿Qué es para usted un español normal? ¿Yo soy normal?", comenzó Olga.

-Usted es normal y se ha explicado con mucho criterio. Pero también lo es aquél al que no le gusta que De Juana pueda pasear por San Sebastián.

-¿Qué es ser normal?, no me queda claro.

-Una persona normal es alguien que tiene las preocupaciones normales y quiere que los terroristas cumplan sus penas.

-Ustedes ni siquiera tratan a todas las víctimas igual. ¿Ser normal es estar casado, ser heterosexual, ser católico?-, se enfadó la joven.

Con la tercera repregunta, Rajoy torció el gesto. Sólo esa vez.

-Por supuesto que no. Yo he sido el único dirigente que ha defendido la igualdad. Todas las víctimas son iguales.

Muchas preguntas vinieron por la crispación, de la que varios de los 100 ciudadanos sentados frente a él responsabilizaban al líder del PP. Otros, por contra, se confesaron votantes del PP. "Nunca antes había visto una estrategia de oposición como la del PP. Ya no puedo hablar de política con mis amigos", le dijo Beatriz. "Ya hay bastante crispación, hermanos con hermanos, padres con hijos, matrimonios deshechos", le espetó Daria.

Rajoy lo desmintió todo el tiempo: "puede que haya una cierta crispación, pero yo recorro a España y veo a la gente muy normal. Creo que es más mediático que otra cosa. Soy optimista".

Tan relajado estaba, sin asperezas, que un señor se sorprendió.

-Le veo muy moderado hoy.

-Es mi estado natural- respondió Rajoy, que hizo reír varias veces a los 100 ciudadanos e incluso sacó un aplauso mayoritario.

Pese al buen tono, las preguntas eran duras, sobre todo por la crispación. Tanto le insistieron con sus ataques al Gobierno, sobre todo por el tema terrorista, que Rajoy preguntó: "¿Yo tenía que apoyar el GAL? ¿Tengo que apoyar que De Juana se pasee? ¿Y lo que ocurrió con Otegi, que el fiscal retiró la acusación? ¡Es que es muy fuerte!".

Varias preguntas llegaron también por el 11-M. "¿Cree usted que ETA tuvo relación con los afectados del 11-M?", le dijeron.

"Yo no lo sé, creo que ese asunto lo deben juzgar los tribunales. Yo no estaba en el Gobierno cuando se produjeron esos acontecimientos. Estaré a lo que digan los tribunales. Pero Acebes informó de las dos líneas de investigación y el sábado de madrugada confirmó la autoría de Al Qaeda. Así que los españoles cuando votaron tenían los datos".

Otra mujer quiso saber si él comparte sus dudas:

"He leído el sumario y sigo el juicio. No paro de ver lagunas. Creo que usted comparte esta disconformidad. ¿Van a tomar medidas para poder llegar a saber la verdad caiga quien caiga o pasarán la página?".

"Tenemos que respetar los tribunales. Aquí los 102 que estamos podemos tener un criterio distinto, por eso tiene que haber un juez. Aunque también respeto las investigaciones desde órganos periodísticos", señaló en referencia a los medios que promueven la teoría conspirativa. A Gorka le dijo que no le parecen graves los abucheos y pataleos de los diputados del PP en el Congreso. "En lo que va de legislatura el presidente sólo expulsó a una persona [Vicente Martínez Pujalte]", se justificó, a pesar de que era la primera vez que sucedía en democracia.

También dijo que iría a la boda de su hijo homosexual si él lo quisiera así, aunque le recomendaría que formara una pareja de hecho y no un matrimonio. Él, aseguró, no tiene nada contra los homosexuales, una acusación que considera injusta.

Negó muchas veces las acusaciones, e incluso dijo que nunca ha visto una bandera preconstitucional en las manifestaciones del PP.

-¿Y las fotos?

-Algunos se empeñan en buscarlas. Forma parte de la propaganda que nos hacen.

-Oiga, yo las he visto, en la biblioteca nacional, en Colón

-Alguna puede haber, y no estoy de acuerdo. Pero a mí la izquierda no me da certificados de demócrata.