Serna impulsa un plan "voluntario" para reducir la siniestralidad
El Consell Executiu de la Generalitat aprobó ayer un paquete de medidas para luchar contra los accidentes laborales, en el que destaca un programa voluntario para las empreas con tasas de siniestralidad elevadas, superior a la media de su sector. Reducir los accidentes laborales el 20% hasta 2010 es uno de los principales retos que se ha marcado el Gobierno catalán para la legislatura, reiteró ayer la consejera de Trabajo, Mar Serna, que compareció en rueda de prensa para explicar el paquete.
El plan deberá tener una vigencia de dos años y contará con el apoyo de los técnicos e inspectores del Departamento de Trabajo. A cambio, la inspección no llevará a cabo visitas planificadas ni actuaciones sancionadoras en dichas firmas. "Queremos que las empresas lo hagan por voluntad propia, que se lo crean, ésta es la clave, no la imposición", subrayó Serna.
Los sindicatos criticaron el plan, básicamente porque la Generalitat lo tira adelante sin haberles consultado previamente. CC OO, no obstante, se mostró de acuerdo con la mayoría de medidas y UGT puso en duda que la "voluntariedad" sea un buen sistema.
El Ejecutivo también establecerá una línea de ayudas (a través del Instituto Catalán de Finanzas, la institución de crédito de la Generalitat) para que las empresas de 50 trabajadores o menos inviertan en seguridad, invertirá cinco millones de euros en dos años para aumentar la formación e incrementará el 50% -de 50 a 75- el número de técnicos en prevención, además de seguir reclamando a Madrid el traspaso de la Inspección de Trabajo y formar a los Mossos d'Esquadra para que contribuyan a detectar situaciones de riesgo.
Muere un obrero en Mataró
Tras cuatro años consecutivos a la baja, 2006 se cerró con un repunte de la siniestralidad laboral -se registraron 163.000 accidentes, el 7% más-, especialmente intensa en el caso de los accidentes mortales. Un total de 143 personas perdieron la vida en el trabajo, el 40% más que hace un año, la gran mayoría en la construcción, como ayer.
Un obrero de la construcción murió por la tarde en Mataró (Maresme) tras caer de un andamio de siete metros de altura, según informaron fuentes de los Bomberos de la Generalitat. Antonio José B. G., de 38 años y vecino de Terrassa (Vallès Occidental), se precipitó cuando trabajaba en un edificio de cuatro plantas de la calle de Tres Roques y cayó en el tejado de la casa contigua, informa Sergi Gallego.
Los Mossos d'Esquadra desconocían ayer las causas del accidente, si bien algunos compañeros de la víctima manifestaron que el hombre ya había finalizado su jornada laboral y que se había desprendido del arnés de seguridad. La causa más probable podría haber a sido la desestabilización de una de las maderas que forman los pisos de la plataforma.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.