Justicia pirata
Mucho antes de que surcaran el ciberespacio, los piratas navegaban sin teclado ni pantalla, en barco y por el mar. Sus aventuras y abordajes nada tienen que envidiar a la era digital. Así que el temido pirata Sandokán, sus peleas, raptos y encontronazos con la Armada británica mantienen intacto su adictivo encanto.
Bajo el hechizo de este exótico héroe de ficción han caído millones de lectores desde que, en octubre de 1883, Emilio Salgari (Verona, 1862-Turín, 1911) publicase la primera entrega de la saga en La Nuova Arena. En 1900 lo publicaría en forma de libro, el primero de los 11 que el pirata protagonizó. En esta nueva versión, adaptada por Nuria Ochoa -y que EL PAÍS ofrece mañana por 2,95 euros-, los dibujos de Inés González & Radu dan nueva vida a los personajes que dibujó en su día Giuseppe Pipein Gamba. Entre los fieles seguidores del pirata ocupa un lugar de honor Ernesto Che Guevara. Pero Sandokán no sólo inspiró la infancia de futuros luchadores, también la de escritores como Fernando Savater o Pablo Neruda.
El objeto de tanta pasión lectora es príncipe de Borneo y creció en el mar de Malasia. Es allí donde, al perder su reino y morir su familia a manos de los usurpadores ingleses, se convierte en el más temido y justiciero pirata. Armado con un sable y un puñal de hoja ondulada y envenenada, este valiente y forajido héroe lucha en 1849 contra quienes le arrebataron lo suyo, con la ayuda de un puñado de hombres. Astuto, osado y temible luchador, Sandokán se ve envuelto en constantes y peligrosas luchas en el mar.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.