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Reportaje:

Maradona vuelve a caer

El ex jugador argentino, hospitalizado de urgencia y a la fuerza por su adicción al alcohol

Jorge Marirrodriga

Alcohol, puros y carne. Ésta es la tripleta atacante que ha llevado al ex futbolista argentino Diego Armando Maradona a la cama de un hospital de Buenos Aires tras ser internado de urgencia en la madrugada española de ayer. Con sobrepeso, un cuadro depresivo y adicto a los habanos, el champaña y el asado (abundante carne a la parrilla), del que daba cuenta dos veces al día, permanecía anoche sedado y estable en la planta 13ª del centro clínico, al que fue trasladado prácticamente a la fuerza por su médico personal, el doctor Alfredo Cahe. "Lleva un estilo de vida incongruente con su estado", reconoció Cahe, quien añadió que Maradona, de 47 años, está deprimido "por cuestiones familiares".

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El deportista tiene el estómago reducido desde que se operó, en marzo de 2005. Entonces pasó de 131 kilos a 57, acorde con su estatura: 1,62 metros. Pero ahora las imágenes lo vuelven a mostrar gordo. "Apenas pesa cuatro kilos de más: 61. Si se le ve hinchado es porque retiene líquidos", explicó su médico a los periodistas que montan guardia a la puerta del hospital.

"No existe tal retención", desmintió momentos después Héctor Pezzella, el director del mismo, quien, no obstante, descartó la presencia de cocaína en los análisis practicados, aunque confirmó otras adicciones. "El alcoholismo en el señor Maradona o en cualquier otra persona debe ser tratado", destacó el responsable médico, que no quiso aventurar una fecha para darle de alta. La ingesta de alcohol está muy desaconsejada en quienes, como el ex barcelonista, se han debido someter a un by pass gástrico. Pezzella indicó en la Cadena Ser que "si Maradona estuviera despierto tendría un cuadro de excitación psicomotriz". "Está estable. Su evolución es buena. Su hígado no funciona de forma adecuada y sigue tratamiento de desintoxicación", añadió.

Cahe tenía previsto viajar con Maradona en las próximas semanas a una clínica de desintoxicación para alcohólicos en Suiza, pero, en la noche del martes y ante la inquietante descompensación en su salud por los repetidos excesos, optó por llevarlo al hospital Güemes, en el barrio de Palermo. Varias informaciones apuntaron a un coma etílico, pero los médicos no confirmaron este dato. Cuando pasadas las dos de la madrugada (las siete de la mañana de ayer en España) se despertó, el astro insultó a su médico y trató de escapar del centro sanitario. Entonces, los doctores que le atendían decidieron volver a sedarlo. Cahe, quien en varias ocasiones ha dicho que su paciente tiene "una personalidad adictiva", confirmó ayer que aún planea llevarlo a Suiza. En medios locales se apunta que la verdadera razón es sacar a Maradona de su entorno.

Atrás ha quedado un Maradona recuperado de su adicción a la cocaína, lúcido y delgado, entrevistando a Pelé en las pantallas argentinas a finales de 2005. Un cambio que fue calificado como una verdadera resurrección. Aunque los médicos que le tratan aseguraron ayer que su vida no corre peligro, la enésima recaída de Maradona ha causado preocupación en su país, donde desde hace meses su imagen en fiestas es la de un hombre más gordo, dejado y con problemas para hacerse entender. Decenas de simpatizantes se agolpaban ayer a la puerta del hospital, custodiado por la policía. Un revuelo por el cual a Maradona cada vez le resulta más difícil encontrar un centro que le atienda. Aunque a este rey de los excesos se le perdona todo en Argentina, fueron numerosas las quejas de los familiares de los otros enfermos internados, ya que se vieron sometidos a un registro en la puerta.

Maradona, a quien se han destinado dos habitaciones, tiene a su lado en todo momento a sus hijas, Dalma y Giannina, y a varios amigos. Su ex esposa, Claudia Villafañe, está fuera del país. La recaída de Maradona es otro eslabón de una larga cadena que comenzó el 17 de marzo de 1991, cuando, jugando en el Nápoles -precisamente en la ciudad italiana se estrenó ayer la película Maradona, la mano de Dios-, dio positivo por cocaína, y que en lo deportivo tuvo su punto más bajo en 1994, cuando fue expulsado del Mundial de Estados Unidos por consumo de efedrina. En febrero y marzo de 2004 ya tuvo que ser ingresado con urgencia en hospitales de Uruguay y Argentina por problemas cardiacos derivados del consumo de drogas. Ahora, sus seguidores y devotos esperan otra resurrección.

Maradona, el día 18 de este mes, durante un partido del Boca Juniors.
Maradona, el día 18 de este mes, durante un partido del Boca Juniors.EFE
Decenas de seguidores argentinos expresan su apoyo al ex futbolista.Vídeo: ATLAS

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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