Un espectáculo 'naïf' de la Abadía ahonda en la relación entre teatro y religión
"El teatro nació como una manifestación de lo sagrado y hoy, aunque de manera travestida, ese aspecto permanece, en la escena siempre está ese elemento religioso que ha acompañado al teatro hasta nuestros días de manera latente, ya que es sobre el escenario donde se da, más que en otras artes, el enfrentamiento de los hombres con sus espejos".
José Luis Gómez, director del Teatro de la Abadía habla así para presentar Misterio del Cristo de los Gascones, un delicado espectáculo naïf y preciosista estrenado anoche en ese teatro con dramaturgia y dirección de Ana Zamora.
Se trata de una recreación libre de una ceremonia litúrgica, la que solía representarse en la Iglesia de San Justo de Segovia, donde está guardado el Cristo de los Gascones, una de las piezas más significativas del patrimonio artístico español y a la que también se la considera como uno de los primeros referentes del campo escénico de las marionetas.
La directora, que ha utilizado textos históricos de diversa procedencia, comparte la autoría del espectáculo con la musicóloga Alicia Lázaro, quien ha incorporado piezas musicales surgidas de una investigación en torno a composiciones que pudieron articular una ceremonia de este tipo. Cuatro músicas las interpretan en directo con instrumentos primitivos como vihuela, zanfona, flautas, cromorno, chirimía, espineta, cornamusa y viola de gamba.
Ana Zamora, que forma parte del equipo de la Abadía desde hace un lustro, deja claro que no hay ninguna pretensión arqueológica en el montaje: "Tan sólo reinterpretamos algo desde lo más antiguo que nos queda, que son los títeres, y que entronca muy bien con este héroe trágico que es Cristo".
Para Gómez, rito y teatro están a menudo ensamblados. De hecho afirma que siempre concibe los espectáculos en la Abadía (una antigua Iglesia del barrio de Chamberí) como "un ritual laico" porque reivindica "el encuentro espiritual de hombre con su verdadero ser". "El teatro de Ana", dice José Luis Gómez, "es una permanente pesquisa sobre esas formas de teatro religioso que se han dado en Europa, aunque en Oriente aún hoy la escena se tiñe de aspectos esenciales de la religiosidad".
En este caso la investigación ha sido dura ya que apenas quedan testimonios en torno a este cristo: "Pero eso nos ha venido bien para tener libertad creadora", dice Ana Zamora que no ignora que sus 29 años la sitúan en un franja poblacional española que no ha vivido bajo la presión de la Iglesia católica: "He vivido la religión sin traumas, sin presencias constantes, simplemente era una de las bases de nuestra cultura". "Hemos hecho un viaje muy fructífero al final de la Edad Media para transitar un microcosmos construido a base de símbolos, figuras alegóricas y metáforas, en el que cada parte está en función de un todo", añade.
Misterio del Cristo de los Gascones permanecerá en el Teatro de la Abadía hasta el 8 de abril.
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