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Reportaje:Universidad

El renacer de los estudios de Derecho

La titulación ha salido del colapso gracias a un drástico descenso de alumnos y la aparición de nuevas salidas profesionales

El desorbitado número de estudiantes de Derecho colapsó entre los años 80 y 90 del siglo pasado el mercado laboral, incapaz de absorber a miles de nuevos profesionales al año. Desde ese momento, la cifra de titulados en esa carrera por Deusto y UPV no ha dejado de descender, pasando de 950 en el curso 2001-2002 a 398 el pasado. Estos datos, que podrían apuntar a una crisis de los estudios jurídicos, son percibidos en las facultades como algo positivo. El fin de la masificación en las aulas junto al desarrollo de nuevas salidas laborales hace posible que, según las encuestas de los centros, cerca del 90% de los licenciados encuentre trabajo en un breve plazo de tiempo.

Más del 90% de los licenciados encuentra trabajo entre uno y tres años después de terminar la carrera
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Poca formación práctica y dominio de idiomas

La versatilidad de la carrera motivó en su día que bachilleres indecisos, sin una vocación clara o cuya nota media no alcanzaba para los estudios que querían cursar, terminasen llenando las aulas de Derecho. Además de la bajada de la natalidad, el drástico descenso del alumnado se tradujo en una mayor calidad y promoción de la formación profesional, la aparición de nuevas carreras, la bajada de las notas de corte en el resto de titulaciones y la percepción de que el mercado ya no absorbía más abogados.

María Pilar Canedo, vicedecana de Ordenación Académica y Relaciones Internacionales de la Facultad de Derecho de Deusto destaca que casi el 90% de sus licenciados encuentran trabajo en un plazo de un año tras graduarse. La demanda actual de juristas es tal que ni siquiera se cubren todos los puestos del programa de prácticas de la universidad privada.

Respecto a la UPV, el 93% de sus licenciados en Derecho han entrado en el mercado laboral al cabo de tres años. "Los dos primeros años están asentando conocimientos, estudiando idiomas o un máster, por lo que preferimos guiarnos por el tercer año", aclara Adela Asua, vicedecana y coordinadora de la sección de Vizcaya de la Facultad de Derecho de la UPV.

Ambas vicedecanas coinciden en que las relaciones internacionales son el campo más novedoso y potente. "Un porcentaje altísimo de empresas pequeñas están entrando en el comercio internacional", explica Canedo, quien cita el Derecho Marítimo como otro sector en auge. Asua añade la regulación del uso de las nuevas tecnologías y la abogacía en ONG, sobre todo en materia de migraciones, como otras dos nuevas áreas. "Queremos promocionar la judicatura y fiscalía porque no hay demasiada tradición y las becas quedan vacantes", apostilla. El ejercicio de la abogacía coloca a casi el 20% de los licenciados, pero es en la empresa privada donde encuentran mayor acomodo. "El mercado se está complicando para las empresas y ahora todas necesitan asesoría", considera Canedo.

Aunque son conscientes de ese gran abanico de opciones, cinco estudiantes de 5º de Derecho en la UPV prevén dificultades para hallar un buen empleo. Conocen la importancia de los idiomas para encontrar trabajo y que se valora cada vez más saber trabajar en grupo o tener iniciativa. Sin embargo, a punto de terminar la carrera, se sienten obligados a elegir entre "lo que gusta y lo que da de comer". José Antonio Escribano, el más pragmático, cursará un Máster en Urbanismo por las posibilidades de empleo que ofrece. Roberto Calderón probará suerte como abogado en ONG y Naiara Domínguez intentará ser abogada de bufete; de no conseguirlo, opositará, "la única vía que garantiza la estabilidad laboral", opción que Olaia Ibisate tiene clara para abrirse hueco en la judicatura.

Creen que seguir un máster es una manera de "comprar un expediente para encontrar empleo" y critican que la práctica jurídica del Colegio de Abogados cueste 12.000 euros. "La mayoría de contratos son en prácticas, porque sale muy barato a las empresas. Otra opción es entrar de pasante sin cobrar nada, para que en muchos casos sólo hagas fotocopias", apunta Ariadna Hernández, quien advierte además una falta de información por la que las becas de investigación quedan vacantes.

Máster para colegiarse

España y Eslovenia son los únicos países de la UE donde los licenciados en Derecho pueden colegiarse profesionalmente sin cumplir ninguna prueba de capacitación. Las Cortes aprobaron el pasado octubre la Ley de Acceso a la Abogacía, que establece que a partir del 2010 los licenciados que quieran colegiarse deberán cursar una maestría oficial de Abogacía que impartirán las universidades junto con los colegios profesionales. Durante dos años, los estudiantes recibirán una formación específica y práctica que incluirá prácticas en una empresa o institución. Nazario de Oleaga, decano del Colegio de Abogados de Vizcaya, considera esencial este cambio para equipararse a los países más avanzados. "La carrera de Derecho es amplia y no basta para formarse como abogado. Si no permite ser juez directamente, ¿por qué se considera suficiente para ser abogado?", argumenta.

Los estudiantes acogen con diferente actitud esta reforma. Mientras que a Roberto Calderón le parece necesaria para recibir una formación adicional, Escribano considera que "el mercado debe decidir quién es bueno y quién mediocre". Todos reclaman un buen sistema de becas porque de lo contrario, "se establecería una criba de carácter económico", sostiene Olaia Ibisate.

Oleaga, quien afirma que nadie quedará fuera del posgrado por motivos económicos, considera egoísta rechazar la medida porque sea más cara o lleve más tiempo. "Debe prevalecer la satisfacción del cliente dándole el mejor de los servicios", recalca.

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