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Reportaje:

Petróleo para que haya más niños

El Kremlin incentiva la maternidad para superar la crisis demográfica. Un ejemplo es la ciudad siberiana de Iugrá

Pilar Bonet

El petróleo estimula la natalidad en la región más rica de Rusia, la Comarca Autónoma de los Jantis y los Mansis, conocida por Iugrá. Este territorio de Siberia occidental, que produce el 58% del crudo ruso y el 7% del mundo, incrementa su población, en contraste con el recorte demográfico de Rusia en su conjunto. En enero, Rusia tenía 142,2 millones de habitantes, tras perder casi 1,3 millones en los dos años anteriores. En cambio, Iugrá tenía 1,5 millones y aumentó cerca de 10.000 en tres años.

"Si la mayor fuera a la guardería, tendría otro; dos son demasiados en casa", dice una madre

Con un territorio algo mayor que España, Iugrá tiene una densidad de 2,7 personas por kilómetro cuadrado y goza del producto interno bruto por cabeza más alto de Rusia. Su índice de natalidad -1,53 niños por mujer en edad fértil en 2005- es superior a la media rusa (1,34). La mortalidad infantil (7,4 por cada 1.000 nacidos vivos en 2005) fue también menor a la media del Estado (11).

Las cifras de natalidad de Iugrá no impresionan, pero están entre las mejores de Rusia, salvo las regiones caucásicas de Daguestán y Chechenia, de población musulmana. Las autoridades de Iugrá hablan de baby boom y se consideran precursoras de la política de apoyo a la maternidad lanzada por Vladímir Putin este año. Alexandr Filipenko, su gobernador, atribuye la tendencia positiva al "optimismo social". "La posibilidad de tener un nivel de ingresos y de establecerse hace que la gente pierda el miedo a formar una familia", dice.

Por las tardes, el centro de Janti-Mansiisk (la capital de Iugrá) se llena de mujeres que pasean a sus bebés. Están de baja maternal, que pueden prolongar hasta que sus criaturas cumplan cuatro años. Por aplazar la vuelta al trabajo, las autoridades locales las compensan con 5.000 rublos al mes (unos 145 euros), si sus hijos tienen de 1,5 a 3 años, y con 2.500 rublos de 3 a 4 años. Unas 17.000 mujeres se han acogido a este programa, que complementa las prestaciones del Gobierno federal (baja maternal pagada durante el primer año y medio de la vida del niño), según la demógrafa Olga Matrósova, de la administración local.

Las bajas prolongadas palían un déficit de casi 6.000 plazas de guardería. Xenia, de tres años, es la número 2.163 en la lista de espera. "Tendría otro hijo, si pudiera llevarla a la guardería, pero cuidar de dos en casa es demasiado", afirma Katia, su madre. Cuando el contingente infantil menguó, las guarderías se transformaron en oficinas, y ahora hay que recuperarlas, según los responsables locales. Pero, por ahora, sólo han gastado una fortuna en una galería de arte ruso con cuadros de Sotheby's y Christie, y han construido un centro cultural único en Siberia.

El "capital maternal" es un puntos del programa de apoyo a la maternidad que Rusia inicia este año. Así se ha bautizado una bonificación de 250.000 rublos (unos 7.250 euros) para las mujeres que den a luz a un segundo hijo o más.

El Estado no les entregará el dinero enseguida, porque eso podría fomentar una procreación irresponsable, sino desde los tres años del alumbramiento y, además, no en metálico. El "capital" sólo podrá ser transferido para tres objetivos: contribuir a la compra de una vivienda, pagar la educación del niño o contribuir a la pensión de jubilación de la madre.

Los expertos creen que el "capital maternal" no tendrá una gran influencia en la demografía, pero a nadie le amarga un dulce. En Janti-Mansiisk, a principios de marzo, 46 mujeres lo habían solicitado, de ellas 38 habían tenido un segundo hijo y 8 un tercero o posterior. A fines de febrero, en Rusia se habían formulado 5.297 solicitudes.

En Janti Mansiisk hay una moderna clínica con 560 camas y 365 médicos, llegados de toda Rusia atraídos por las condiciones de trabajo y de vida. En 2006 nacieron aquí 1.300 niños y aumentaron las mujeres que dieron a luz a un segundo y tercer hijo, según su director, Arkadi Beliavski. Sin embargo, hubo 1.125 abortos, una mejora respecto a los tiempos en que había más abortos que nacimientos. Con la apertura de la universidad se han incrementado los embarazos de adolescentes. Para que se atrevan a ir al ginecólogo, hay una consulta de planificación familiar en el departamento de pediatría.

Beliavski cree que el presupuesto federal ruso no dedica suficiente dinero a la sanidad. En 2006, el Estado otorgó 720 millones de rublos a la sanidad de Iugrá, mientras el presupuesto comarcal aportó 1.500 millones. Casi nunguna otra región tiene tales recursos.

En vísperas del Día de la Mujer, el gobernador Filipenko condecoró a las madres de varios hijos. La "madre héroe" de la época soviética vuelve a ser actual. "Familia sana, fuerte y relativamente numerosa", es una consigna de la región.

Cuatro madres de Iugrá que han pedido la baja para cuidar de sus hijos.
Cuatro madres de Iugrá que han pedido la baja para cuidar de sus hijos.P. B.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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