Paranoia colectiva
La desconfianza que siente buena parte de la oposición ante las intenciones del Gobierno de Hugo Chávez hace que se esté creando una espiral de miedo y paranoia en la sociedad venezolana. La estudiante de Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela Laura Pérez, de 19 años, opina lo siguiente sobre la ley que prepara el Gobierno: "Quieren enseñar a los niños media hora diaria de socialismo del siglo XXI. Me parece demasiado. Creo que el mismo objetivo se cumpliría con una hora a la semana. Cada vez se está pareciendo más el modelo educativo al de Cuba".
Pero en el proyecto de ley no se concreta tal cosa. No obstante, la bola de nieve sigue rodando. Mercedes Salazar, madre de un niño de dos años, asistió recientemente a una reunión de la guardería Churún Meru, en Caracas. "Los representantes de nuestra sociedad de padres están convencidos de que la nueva ley pretende generar pequeños revolucionarios, hasta desde el nivel maternal en que está mi bebé. Una de las señoras que habló en la reunión a la que asistí reconoció que aún no ha leído el proyecto de ley. Yo le dije que deberíamos empezar por ahí antes de criticarlo. Y entonces me contestó que sí, que a lo mejor tiene algo bueno que podría ser rescatado. Se parte ya de la premisa de que la ley es mala. No se tiene en cuenta que la han elaborado expertos con la mejor de las intenciones".
"Yo no quería señalarme demasiado en la reunión para que mi bebé no quedase marcado como el hijo de la chavista", prosigue Mercedes Salazar. "Pero si tú te expresas en estas reuniones en contra de ciertas sociedades de padres, a pesar de que dicen que no tienen carácter político, te pintan de chavista. En mi caso, no me afecta porque yo soy chavista. Pero hay gente que no habla para que ni ellos ni sus hijos queden con la raya de chavista. Muchos tememos que nuestra opinión en los debates afecte al desenvolvimiento del niño en el colegio".
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