El viaje inverso del 'afrotanguero' Gabis
El precursor del rock argentino, que huyó de su país en 1973, actuará en la Casa Rosada
Se cumplen en Argentina 40 años del movimiento de rock nacional y nadie olvida a Claudio Gabis "el intocable", "el legendario guitarrista del mítico trío Manal", "el precursor del rock". El piropeado (Buenos Aires, 1949) se esponja, pero lo hace en Madrid, su ciudad desde hace 18 años y en la que estos días ha impartido el primer curso de armonía funcional de la Fundación Autor. Enfrente, 13 alumnos ya reputados profesionales, como Juan Aguirre, el otro Amaral, y Ramón Arroyo, de Los Secretos. "La comercialización ha hecho que llegue a la producción musical gente sin formación cultural. Algunos se aproximan a cierto tipo de futbolistas que no saben hablar", razona. No es su caso, de larguísimos parlamentos como buen porteño.
Ahora va a reconciliarse con Argentina. En 1973 huyó a Brasil harto de las persecuciones del Gobierno de la hoy procesada Isabelita Perón, y el 30 de marzo actuará en la Casa Rosada ante el presidente Néstor Kirchner. Un concierto -que será emitido por televisión como antes los de Fito Páez o Andrés Calamaro- que él siente como "reconocimiento", no como revancha.
Opina que a la música en España le falta pasión -"hay más en Argentina. Quizá porque allá las cosas no van tan bien y si no le pones mucha energía en la parte creativa, abstracta de tu vida, no haces nada"-, pero no piensa abandonar Madrid.
Entendió tarde que "los logros profesionales se consiguen una vez en la vida, y que hay que defenderlos con uñas y dientes, porque la fila detrás de uno es larga y quien se fue a Sevilla, perdió su silla". Y la suya se esfumó en Brasil. Pensó que seguiría siendo famoso, pero no le quedó otra que buscarse la vida aportando un colorido diferente a bandas tropicales, como la de Ney Matogrosso. Ponía lo exótico en los grupos, aunque era incapaz de leer cifrados o entender nomenclaturas. Así que pidió un crédito a sus viejitos y en el Berklee College of Music (Boston) comenzó su coqueteo con el jazz y se empapó de teoría musical moderna durante un año.
A su vuelta a Río, su prestigio como maestro creció y se propagó a Madrid -donde llegó tras un desafortunado reencuentro con Buenos Aires de tres años-, ciudad en la que ha dirigido la Escuela de Música Creativa. Su tratado Armonía funcional está cargado de "referencias a la parte romántica del asunto, fundamentales en el arte". Además, incluye el tarot, la cábala y la numerología, huellas de un pasado hippy que conserva pese a "haber recuperado el racionalismo". Intentó pero se rindió a la evidencia: resultaba insufrible. Así que en la Casa Rosada será León Gieco, el autor de la popular Sólo le pido a Dios, quien ponga voz a uno de los temas de Gabis, que dice así: "Nací con el terror maldito, crecí bajo las botas de la represión, desde chico vi los tanques en la calle y diferentes gorras saludando desde el balcón. Fueron malas condiciones para tocar, para enamorar...". La denuncia de toda una vida de un rockero al que Argentina no olvida.
Babelia
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