La ONU pacta nuevas sanciones contra Irán

Firmeza pero dejando la puerta abierta al diálogo. Así presentaron ayer los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad su proyecto de resolución exigiendo a Irán que suspenda su programa nuclear, y por la que se le impondrán nuevas sanciones financieras, comerciales y diplomáticas.

Estados Unidos, Francia y Reino Unido, con el apoyo de Alemania, tuvieron que rebajar el tono de la reprimenda para sumar al carro a China y Rusia.

El borrador deplora que Irán siga sin cumplir las dos anteriores resoluciones (1.696 y 1.737), y se declaran dispuestos a tomar las medidas necesarias para persuadir a Teherán de que respete sus obligaciones internacionales y las disposiciones del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Para ello, se da un nuevo plazo de 60 días a Irán para que cumpla, que empezarán a contar cuando se adopte la resolución.

El texto se basa en el artículo 41 del Capítulo Séptimo de la Carta de las Naciones Unidas, que excluye la acción militar. Lo que hace es ampliar la lista de individuos a los que se le aplicarán restricciones de viajes por su vinculación al controvertido plan, así como la de artículos militares y activos financieros sujetos a sanción. También se pide al resto de países que inspeccionen barcos y aviones sospechosos de transportar tecnología sensible.

"Queremos que Irán entienda que tiene que tomar una decisión, que debe ser la vuelta a las negociaciones", dijo el representante francés ante la ONU, Jean-Marc de la Sablière. Su homólogo chino, Wang Guangya, precisó que el objetivo es conseguir una solución negociada, incrementando la reprimenda y combinándola con los esfuerzos diplomáticos.

[El presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, ha solicitado en una carta participar en la sesión en la que se voten las sanciones, informa France Press].