Escalas de jazz sobre un tablao flamenco
Dave Holland actúa con Pepe Habichuela en Sevilla, Granada y Málaga
Sevilla los ha reunido: Pepe Habichuela (Granada, 1944), representante de una dinastía larga de flamencos que abarca varias generaciones, y Dave Holland (Wolverhampton, Inglaterra, 1946), antiguo bajista de Miles Davis y una de las voces con fundamento del jazz contemporáneo. Esta noche se verán las caras por primera vez sobre un escenario, el del Teatro Central hispalense (a las 21.00 horas, dentro del ciclo Jazz viene del Sur); mañana actuarán en Granada (teatro José Tamayo), y el viernes, en Málaga (teatro Cánovas).
Lunes 5 de marzo. Los dos gigantes de la improvisación se encuentran por vez primera con sus respectivos instrumentos en el local de ensayo. Lo primero que llama la atención es la ausencia total de papeles. "La música se aprende con el corazón, no con las partituras", explica Holland. El patriarca de los Carmona está escoltado por Juan Carmona, cajón; Carlos Carmona, segunda guitarra, y Bandolero, percusiones. Frente a ellos, el inglés, puesto en pie, y Mario Pacheco, de la discográfica Nuevos Medios, que ejerce de maestro de ceremonias y traductor, ya que ni los unos hablan el idioma del contrabajista ni éste es capaz de articular una palabra en español "Ni falta que hace", apunta Habichuela. "Tenemos nuestros instrumentos y eso nos basta".
Holland llegó a Sevilla el domingo desde Estados Unidos y esa noche tuvo su primer contacto con el flamenco: "Estábamos sentados a la mesa durante la cena y, de repente, no sé cómo, estaba llevando el ritmo con las manos". A la mañana siguiente parecía como si ambos llevaran media vida tocando juntos. "Es algo que a veces ocurre", apunta el inglés. "Sólo necesitas dar con músicos abiertos y generosos como Pepe".
La lógica del ensayo exige que sean los flamencos los que se arranquen, "pa que el Deivi vea cómo funciona la cosa", y sea el inglés quien les siga, lo que parece no costarle demasiado esfuerzo: "No quiero tocar lo mismo que ellos, sino sentir lo mismo que ellos". Para el guitarrista, tocar junto a Holland significa una oportunidad de salirse de la rutina. "Para mí es una maravilla cómo este hombre hace el esfuerzo de adaptarse a mi música, y sin un papel, como un verdadero flamenco".
Holland y Habichuela se conocieron el pasado año en un recital del primero en Madrid, y desde entonces vienen madurando el proyecto que esta noche verá la luz. "No lo voy a ocultar: estaba un poco acojonado", reconoce el guitarrista, "hasta que he visto que la cosa funciona". Holland también respira tranquilo: su primera toma de contacto con el flamenco se ha saldado con nota, "pero es porque Pepe tiene mucha paciencia y es un magnífico profesor". De algún modo inexplicable, el afán perfeccionista del jazzista inglés encaja con el estilo desenvuelto de sus compañeros de conjunto. "Éste acaba tocando flamenco de verdad".
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