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Los impuestos y las cotizaciones sociales elevan el superávit público al 1,8% del PIB

El saldo positivo del Estado en 2006 permite situar la deuda al nivel más bajo en 20 años

Alejandro Bolaños

El Estado ingresó el año pasado 17.893 millones de euros más de lo que gastó. El saldo de las Administraciones Públicas, equivalente al 1,83% del PIB, constituye el segundo superávit de la democracia, tras el registrado en 2005. Y para el vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, una prueba más del "círculo virtuoso" en el que ha entrado la economía española. Solbes atribuyó ayer el superávit al notable aumento en la recaudación de impuestos y en las cotizaciones a la Seguridad Social, por encima de lo previsto, y al "rigor" en el gasto, que sí se ajustó a lo presupuestado.

Solbes relacionó el superávit público, que casi duplica el de 2005, con la situación de la economía española, "muy positiva". Y recordó otras cifras difundidas en las últimas semanas para avalar su afirmación: 2006 acabó con un crecimiento medio del 3,9% y la creación de 550.000 empleos a tiempo completo. Además, en su opinión, algunos de los desequilibrios de la economía española "empiezan a corregirse", como la inflación (2,5% en febrero) o el déficit comercial exterior.

Sólo Finlandia presenta unas cuentas más saneadas que las de España en la zona euro. Solbes mantuvo que en épocas de notable crecimiento económico, como la actual, "del objetivo de déficit cero en las cuentas públicas debe pasarse al objetivo de lograr el superávit".

El saldo positivo de 2006 se debió casi en exclusiva al superávit de la Administración central y de la Seguridad Social, según los datos avanzados ayer por el Ministerio de Economía. La Administración central logró su segundo superávit consecutivo, con un resultado de 8.030 millones. La principal razón, según señaló Solbes, fue que la recaudación fiscal superó en 15.000 millones de euros lo presupuestado. También fue importante que el Gobierno recurriese a menos emisiones de deuda de las previstas, con lo que logró un ahorro de 1.600 millones de euros.

En general, los ingresos tributarios crecieron un 11,6% sobre lo recaudado en 2005, dos puntos porcentuales por encima de lo previsto. Una situación que Solbes achacó al crecimiento en el empleo (la recaudación del impuesto de la renta subió un 14,8%), de los beneficios empresariales (el impuesto de sociedades aumentó un 14,%) y del gasto final (el IVA creció un 9,6%).

El conjunto de las comunidades autónomas alcanzó también un mínimo superávit en 2006 (un 0,02% del PIB nacional). Según Solbes, las administraciones autonómicas se beneficiaron de una mejora de sus ingresos tributarios, pero sobre todo, del aumento de anticipos de la Administración central por el fondo de suficiencia e impuestos cedidos (2.250 millones de euros).

En cuanto a la Seguridad Social, la diferencia positiva entre cotizaciones y prestaciones sigue ampliándose, gracias a la aportación de los trabajadores inmigrantes. El superávit volvió a estar por encima de lo previsto y alcanzó el 1,2% del PIB.

El ministro de Economía precisó que "dos de cada tres euros" del superávit de la Seguridad Social se destinará a "garantizar las pensiones del futuro". El Fondo de Reserva alcanzará este año los 43.700 millones de euros: a un primer pago ya realizado en febrero de 4.000 millones, el Gobierno sumará en los próximos meses otros 3.360.

El otro gran destino del dinero sobrante en 2006 es la reducción de la deuda pública, que gracias a este aporte se ha situado por debajo del 40% del PIB, el nivel más bajo en 20 años. "Era uno de nuestros compromisos para esta legislatura", recordó Solbes, quien indicó que el objetivo ahora es llegar al 35% en 2008. "Eso nos dará margen de maniobra a medio plazo si debe aumentar el gasto en pensiones y sanidad por el envejecimiento de la población", añadió.

El 75% del déficit local, por la M-30 de Madrid

El único saldo negativo en las cuentas de las administraciones públicas de 2006 se contabilizó en las corporaciones locales. Y se debió casi en exclusiva a una sola administración, el Ayuntamiento de Madrid, y a una sola de sus empresas públicas, la que se ha hecho cargo de las multimillonarias obras para soterrar varios tramos de la M-30.

Según las estimaciones del Ministerio de Economía, el déficit local alcanzó los 2.000 millones de euros (un 0,21% del PIB). Y 1.500 millones, el 75% del total, corresponden al desfase entre ingresos y gastos de la empresa Madrid Calle 30 (participada al 80% por el Ayuntamiento), que asume el pago de las obras en el principal cinturón urbano de la capital.

El Ayuntamiento que dirige Alberto Ruiz-Gallardón (PP) acumula una deuda de más de 5.000 millones de euros, la mayor entre las ciudades españolas.

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