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Detenido un ex jefe de los espías de Colombia por vínculos con los 'paras'

Jorge Noguera está acusado de homicidio y asociación de malhechores

La fiscalía colombiana ordenó ayer la detención de Jorge Noguera, ex director de los servicios secretos del país, el DAS (Departamento Administrativo de Seguridad), acusado de homicidio, asociación de malhechores, fraude electoral y de haber permitido la supresión de antecedentes de paramilitares y narcotraficantes del archivo del DAS. Noguera dirigió los servicios secretos durante el primer mandato del presidente Álvaro Uribe.

Noguera es el funcionario más cercano al presidente dentro del escándalo de la parapolítica, que tiene entre rejas a ocho congresistas. Es amigo personal de Uribe y fue jefe de su campaña en el departamento de Magdalena. Se espera que la Procuraduría, que investiga disciplinariamente a los funcionarios públicos, se pronuncie pronto sobre las acusaciones que ponen de manifiesto que Noguera puso prácticamente el organismo de inteligencia al servicio de los paramilitares.

Rafael García, quien fuera jefe de informática del DAS, es el principal testigo contra Noguera. García -detenido hace más de un año por borrar o modificar antecedentes de narcotraficantes, y miembro confeso del ala política del Bloque Norte de los paramilitares- declaró, entre otras cosas, que en el DAS se hacían listas de sindicalistas que luego eran amenazados o asesinados. Reveló también un fraude electoral en las elecciones que llevaron al poder por primera vez a Uribe en 2002 y de un compló contra el presidente venezolano. "Noguera me dijo que había recibido la instrucción de colaboración total con los paramilitares", dijo García.

"Yo no voy a dejar que al Gobierno lo involucren con asesinatos de sindicalistas ni con confabulaciones contra Venezuela, ni voy a dejar que haga carrera la tesis de que me robé las elecciones de 2002", dijo Uribe, desvirtuando las declaraciones de García hechas desde la cárcel.

Una olla podrida

Fue la prensa la que destapó la olla podrida de lo que ocurría en los servicios secretos, y tanto Noguera como Uribe se fueron lanza en ristre contra los medios: "No necesitamos que haya unidades de inteligencia en los medios de comunicación", aseguró Uribe. Pero Noguera dimitió finalmente de su cargo al frente de los servicios secretos en octubre de 2005, y fue nombrado cónsul de Colombia en Milán, donde el Gobierno de Uribe lo mantuvo hasta mayo de 2006, cuando fue llamado para ser interrogado.

Un nuevo director de los servicios secretos procedió a la reestructuración del DAS y rodaron varias cabezas. A finales de 2006, el presidente Uribe pidió a Noguera que regresara a Colombia, ya que después de dejar su cargo en Milán se había establecido en Estados Unidos y se había negado a comparecer ante la justicia. "Una persona que ha tenido tan elevada responsabilidad pública no puede eludir la acción de la justicia", decía el comunicado del Gobierno.

En diciembre pasado, el acusado dio la cara ante la justicia, y dijo que todo era un compló organizado contra él, una venganza del ex presidente César Gaviria por investigaciones hechas por los servicios secretos contra dos empresarios gaviristas. Nadie le creyó. Se sabía que su situación era bastante complicada, y ya había muchas pruebas sobre su cercanía al jefe paramilitar Jorge 40.

"Nosotros sabíamos que había paramilitares en el DAS, pero no sabíamos que era Noguera", le dijo a un grupo de periodistas el vicepresidente, Francisco Santos, a finales del año pasado, al referirse a los asesinatos sistemáticos de sindicalistas y activistas sociales en la ciudad de Barranquilla en los últimos años.

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