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Marineros de Carnota crean una reserva marina para frenar la caída de las capturas

Un equipo de biólogos estudiará cómo se recuperan los caladeros al restringir la pesca

Sonia Vizoso

Si la humanidad sigue pescando al ritmo actual, los océanos se quedarán vacíos en el año 2048. La alarma disparada por este vaticinio de la ONU ha sido escuchada en A Costa da Morte. Los pescadores de la aldea marinera de Lira, en el municipio coruñés de Carnota, se creyeron los malos augurios cuando, tras la marea negra del 'Prestige', sus nasas y redes empezaron a salir menos llenas que nunca. Con la ayuda de biólogos de la Universidad y del grupo ecologista WWF Adena, restringirán su actividad en 2.000 hectáreas para obrar el milagro y multiplicar los peces.

Se llamará Reserva Mariña de Os Miñarzos, está en la ensenada de Corcubión y los pulpos, nécoras, centollos, rodaballos y lubrigantes que habitan en ella disfrutarán de más derechos que en ningún otro punto de la costa gallega. A cada una de las 33 embarcaciones integradas en la cofradía le corresponderá un reducido cupo de capturas, la talla mínima de las piezas será mayor que la establecida en el resto de Galicia y las vedas durarán más. Las restricciones que se han autoimpuesto los marineros de Lira se prolongarán durante tres años y, en este tiempo, un equipo de biólogos estudiará cómo se recupera la población en un área pesquera castigada por la sobreexplotación y el chapapote.

La Consellería de Pesca publicará en marzo el decreto que regulará el funcionamiento de esta reserva marina, la primera que se crea en el norte de la península ibérica y una de las nueve que existen en España, todas gestionadas por el Ministerio de Pesca. En 130 de las 2.000 hectáreas que se protegerán los marineros de Lira no realizarán ningún tipo de actividad. "Este proyecto nace en el corazón de las gentes del mar", declara el patrón mayor de la cofradía de Lira, Juan Manuel Gómez. "Nuestros abuelos y padres dejaron una herencia que no podemos dilapidar. Queremos pasar a la historia como la generación que salvó el mar".

Los océanos han empezado a pedir ayuda. Según los datos aportados ayer por Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF Adena, el 75% de los caladeros del planeta están agotados o muestran síntomas de sobreexplotación. La flota mundial es además tres veces mayor de lo que puede "asimilar" el mar para regenerarse. "Pescamos más rápido de lo que la naturaleza puede renovar", denuncia Del Olmo.

Los marineros de Lira reconocen que su proyecto para restringir las capturas en un área de 2.000 hectáreas se trata de una "propuesta arriesgada", pero defienden que sólo con una apuesta así conseguirán recuperar unos caladeros esquilmados durante décadas. Los primeros síntomas del problema los percibieron los pescadores de Carnota antes de que el Prestige ennegreciese A Costa da Morte. Ya entonces se plantearon tomar medidas para proteger sus recursos, pero lo que ocurrió después les decidió. "A los problemas clásicos de la pesca de bajura (sobrepesca, furtivismo...) se añadió entonces el vertido del petrolero, lo que supuso un duro golpe,tanto para los ecosistemas de la zona como para los pescadores", señalan los responsables de WWF Adena.

Además de las restricciones en la actividad pesquera, la creación de la Reserva Marina de Os Miñarzos conlleva la elaboración de un estudio biológico. Científicos marinos del Grupo de Pesquerías de la Universidad de A Coruña analizarán durante tres años la evolución de las capturas en la zona para medir el "efecto reserva" y sus beneficios sobre la biodiversidad. Los investigadores realizarán una toma diaria de datos a través de inmersiones submarinas y diseñarán un sistema de información geográfico que permita a los pescadores evaluar el estado del caladero.

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El proyecto incluye un estudio sociológico para valorar el grado de satisfacción de los vecinos de Lira, una aldea en la que 75 familias viven directamente de la pesca y el marisqueo. Los promotores de la iniciativa aseguran que la protección de los caladeros aumentará las rentas y calidad de vida de los marineros. Adena sostiene que los beneficios de la reserva llegarán a las cofradías limítrofes de Muros, Corcubión y Fisterra. Después de Carnota, la organización pretende extender el modelo a otros puntos de Galicia y España.

El "contrasentido" de la piscifactoría de Quilmas

La Reserva Marina de Os Miñarzos está ubicada junto a la macropiscifactoría de rodaballo que la empresa noruega Stolt Sea Farm tiene desde hace años en Lira. La Consellería de Pesca prevé autorizar que se amplíen las instalaciones con una nueva nave de 105.000 metros cuadrados en la costa de Quilmas. El colectivo ecologista WWF Adena, que colabora con la Xunta en la protección de los caladeros de la localidad, considera un "contrasentido" que se permita la construcción de esta granja marina.

WWF Adena recabará información sobre el proyecto e intentará convencer a Pesca para que lo frene ya que, a su juicio, podría tirar por tierra los beneficios de la reserva marina. José Luis García Varas, coordinador del programa marino de la agrupación ecologista, advierte que estas instalaciones provocan problemas de contaminación, modifican la línea de costa y agravan el agotamiento de los caladeros, ya que alimentan a los peces con harinas de pescado.

"La acuicultura nunca podrá sustituir a las pesquerías salvajes", sentencia García Varas. El representante de WWF Adena, que ayer visitó Carnota con responsables de la consellería, defiende que la solución a la escasez de capturas en el mar es la "extracción responsable" pero no la construcción de piscifactorías. La agrupación ecologista admite con preocupación que la creación de granjas marinas va a multiplicarse en los próximos años, gracias a las subvenciones con fondos europeos. "Cualquier desarrollo de piscifactorías hay que hacerlo con sumo cuidado", recomienda.

Sobre la firma

Sonia Vizoso
Redactora de EL PAÍS en Galicia. Es licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago. Lleva 25 años ejerciendo el oficio en la prensa escrita y ha formado parte de las redacciones de los periódicos Faro de Vigo, La Voz de Galicia y La Opinión de A Coruña, entre otros. En 2006 se incorporó a El País Galicia.

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