La telefonía móvil llama a los países emergentes
Las grandes compañías apuestan por el crecimiento en los mercados menos desarrollados
Congreso mundial 3GSM en Barcelona. Principal sesión del día para discutir sobre los próximos desafíos de la telefonía móvil. En la mesa, los presidentes de Vodafone, la mayor operadora de móviles del mundo; el de la francesa Orange, y el de Orascom, el mayor grupo de Oriente Medio. Los dos primeros, Arun Sarin y Sanjiv Ahuja, de origen indio, y el tercero, el egipcio Naguib Sawiris. "La mejor prueba de que el futuro del móvil pasa por los países emergentes es que nosotros provenimos de ellos", bromeó Sawiris al inicio de la intervención.
La anécdota ilustra el interés que despierta en las grandes compañías de móviles los países emergentes. La consultora Gartner estima que en los próximos cuatro años el número de suscriptores al móvil se incrementará en 1.500 millones, respecto a los 2.000 millones actuales. De ese incremento, el 87% corresponderá a los antiguamente llamados países en desarrollo. China es el ejemplo a seguir. Estadísticamente uno de cada tres habitantes ya dispone de móvil, aunque ese porcentaje cae notablemente en las áreas rurales. En el último año, los suscriptores en aquel país asiático se incrementaron en más 65 millones.
Ahora el desafío está en replicar ese éxito en zonas superpobladas como India o Africa. El mercado indio alcanza ya los 200 millones de usuarios y el crecimiento es imparable a razón de siete millones de nuevos suscriptores al mes, según dijo ayer el ministro indio de Telecomunicaciones, Thiru Dayanidhi. India ha sido premiada este año por el congreso por haber aprobado una regulación muy liberalizadora para estimular el móvil.
En el último año creció un 50% el porcentaje de población con móvil, hasta el 17,6%. Pero el móvil aún no llega a las zonas rurales, donde habitan 600 millones de personas, el 70% de la población.
El problema es que los habitantes de esas aldeas apenas tienen cuatro euros al mes para gastar en su móvil, dijo la presidenta de la empresa india, Shyam Telecom. Por eso, para hacer rentable el negocio en países cuyos habitantes apenas tienen cien dólares de renta por habitante en muchos casos es preciso disponer de una tecnología que permita el despliegue sencillo, rápido y barato de las redes.
La industria del móvil parece haber encontrado esa tecnología en el último avance de la llamada tercera generación o 3G, según señaló ayer Rob Conway, el director de la asociación GSM, que agrupa a más de 700 operadoras de telefonía de todo el mundo.
Conway indicó que sólo en el último año se han desplegado 90 redes de 3G, frente a los cuatro años que se tardaron en tender las primeras cien redes de 2G. Y además su despliegue es entre cinco y diez veces más barato que el de otras infraestructuras de telecomunicación. En este sentido, hay un dato alentador: el 80% de los mercados donde viven los 5.000 millones de habitantes incomunicados del planeta ha desplegado ya algún tipo de red celular.
Pero no sólo hacen falta redes, sino terminales, muy baratos pero tecnológicamente avanzados porque deben soportar aplicaciones como servir, entre otras utilidades, como medio de pago en países donde no casi nadie tiene una cuenta bancaria. En este sentido, la asociación GSM convocó un concurso para buscar un terminal asequible para estos mercados. Un equipo de la coreana LG ha resultado ganadora, con un terminal que cuesta menos de 100 euros y estará disponible a partir de abril. Es sólo el primer intento porque los precios deberán bajar mucho más.
Conway indicó que si triunfa la iniciativa de las transferencias monetarias para inmigrantes y entre áreas rurales de países pobres a través del móvil, cuyo proyecto piloto se presentó ayer en Barcelona, se podrá doblar en cinco años el número de personas que reciben estas remesas, cuyo volumen es ahora de 177. 000 millones de euros.
Las posibilidades del teléfono son infinitas. Sanitarios de 94 centros de salud de Ruanda usan el móvil para suministrar en tiempo real información sobre 50.000 pacientes con sida. Nigeria se acaba de incorporar al programa Teléfonos para la Salud, que permite administrar la información sanitaria, y próximamente lo harán otros ocho países africanos. El sistema permitirá gestionar enfermedades como la tuberculosis, informa Joan Carles Ambrojo.
Los planes de Sarin
En la apuesta por los países emergentes, Vodafone marca el camino. El domingo anunció la compra de la compañía Hutchisson Essar, la cuarta operadora india. El consejero delegado de la operadora británica, Arun Sarin, señaló ayer en Barcelona que la actual estrategia del grupo pasa por reordenar su cartera, mediante la compra o la toma de participaciones de control en compañías, fundamentalmente en mercados emergentes, y la desinversión en las que se tengan posiciones minoritarias, como ha hecho en Suiza y Bélgica.
Sarin expresó sin ambages que los planes para los mercados europeos pasa por la reducción al máximo de costes, apretando las clavijas a los proveedores, acuerdos de compartición de redes como el que tienen con Orange en España, y la subcontratación de servicios como el de atención al cliente. Indicó que esperan añadir a su cartera unos 25 millones de clientes con la compra de Hutchisson Essar con lo que podrían desplazar a Telefónica como tercera compañía mundial por número de clientes, tras las dos chinas.
La otra gran estrategia de Vodafone es sus acuerdos para convertirse en una alternativa al PC. Ayer anunció sendos acuerdos con Yahoo! y Microsoft para ofrecer mensajería instantánea a través del móvil, con lo se podrá acceder a este sistema tanto desde el móvil como desde el ordenador.
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